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Senderismo y Turismo Rural en Panama

La Educación Ambiental es un proceso de aprendizaje dinámico y participativo, que busca despertar en la población una conciencia que le permita identificarse con la problemática ambiental del medio donde vive o se encuentra, así como también se preocupa por promover una relación armónica entre el medio natural y las actividades humanas a través del desarrollo sostenible, a la vez que permite emitir juicios de valor y adoptar normas de comportamiento, implicando un proceso continuo de adquisición de conocimientos, cambios de conducta en relación con el ambiente y una participación de la defensa, protección y mejoramiento del mismo con el fin de garantizar el sostenimiento y calidad de las generaciones actuales y futuras.

En variadas ocasiones nos hemos visto forzados a hacer giras con 20 personas o menos, y queda mucha gente por fuera, expuestos a que nos interroguen sobre ¿Por qué no pueden llevar 5 personas más? o… solo somos un grupo de 10 personas que se quiere unir al trip que ya tienen planeado. Así que luego de poco pensar, hemos decidido crear esta entrada sobre la importancia de la capacidad de carga turística para que de alguna manera entiendan lo que significa y la importancia que esto tiene para los sitios turísticos y hasta la peligrosidad que incluye.

En principio, definamos: “La capacidad de carga es un concepto relativo que envuelve consideraciones de juicio y científicos, presenta un rango de valores los cuales deben ser asociados a los objetivos de manejo específicos para un área y donde los efectos ambientales no solo dependen de la actividad que se realice, sino también de la fragilidad o de la capacidad de absorción del medio.”

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Según Wikipedia:

En la aplicación del modelo de turismo sostenible se utiliza frecuentemente el concepto de capacidad de carga, que implica que los lugares turísticos poseen ciertos límites en el volumen y la intensidad que puede soportar una zona geográfica determinada, sin que provoque daños irreparables.

Se define como el máximo aprovechamiento que se puede realizar de los recursos económicos, sociales, culturales y naturales de la zona de destino sin reducir la satisfacción de los visitantes y sin generar impactos negativos en la sociedad anfitriona o en el medio ambiente.

En todo caso, y siguiendo su definición, el turismo sostenible lo ha de ser en las tres categorías en que se clasificaban los impactos del turismo: debe ser sostenible económica, social y medioambientalmente. En las últimas reuniones celebradas en Bolonia durante el mes de abril de 2008, donde se fundó la Red Europea de Turismo Responsable, se habló igualmente de dar una mayor importancia al aspecto cultural tratando de sacarlo del gran ítem social.

El turismo sostenible no hace referencia a ninguna forma de turismo específica, aunque parece que el turismo tradicional tiene más dificultad en alcanzar la sostenibilidad que otras formas de turismo más alternativo.

En base a esto, hemos realizado algunos estudios de acuerdo al terreno y en base a la experiencia llevando gente por senderos.

El concepto de capacidad de carga (que fue elaborado por los ingenieros agrónomos para determinar la cantidad de cabezas de ganado que puede soportar un campo de pastoreo o de cría) puede aplicarse al turismo, la diferencia es que:

1) en vez de medir animales se miden personas

2) las personas van a permanecer períodos reducidos en el sitio

3) la superficie que van a ocupar no abarca todo el ambiente, sino una pequeña parte del mismo que se distribuye entre los senderos y las áreas de observación que rodean a los atractivos turísticos.

Para llegar a calcular la capacidad de carga turística hay que considerar tres variables:

  • capacidad ecológica
  • capacidad material
  • capacidad psicológica

Para resolver la primera variable se deben estudiar los márgenes de sensibilidad de todos los componentes del ecosistema que rodea a cada atractivo o se extiende a lo largo de un sendero. En cambio la capacidad material y psicológica se deben analizar las condiciones del terreno en cuanto las facilidades o dificultades para circular y permanecer en él, con el fin de establecer estándares de seguridad de los turistas que lo recorran.

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Por supuesto que para un mismo sitio su capacidad material va a variar de acuerdo a la edad y estado físico del visitante, así como al equipamiento de seguridad que traiga consigo y de las instalaciones que se han construido para atravesar las partes de mayor riesgo, pero sabemos que en Panamá gran parte de los senderos que se encuentran fuera de la ciudad, no poseen una infraestructura y en su mayoría, son visitados por jóvenes.

Para determinar la capacidad de carga ecoturística de un área, es necesario conocer la relación existente entre los parámetros de manejo del área y los parámetros de impacto de las actividades a realizar en esta zona y de esta manera, tomar decisiones para estimar la capacidad de carga turística. Por lo tanto la capacidad de carga es una estrategia potencial para reducir los impactos de la recreación de los visitantes en Áreas Naturales Protegidas.

Prestar especial atención a este tema y de paso, la peligrosidad que puede traer el caminar con 50 personas de edad media por un sendero frágil o por un terreno escarpado. Como guías, tenemos la responsabilidad del grupo que se maneja, por tanto es de vital importancia verificar el terreno y evaluar si realmente un sendero soporta cierta cantidad de personas para no afectar a la ya existente erosión, pudiendo desencadenar en barrancos convertidos en deslaves.

Algunos sitios que han sido afectados por el mal manejo de la Capacidad de Carga o por falta de una autoridad competente que regule la visita a los sitios naturales:

  • Bahía de los Delfines (Bocas del Toro): un negocio altamente rentable como lo es la observación de cetáceos, puede irse al traste cuando la mala planificación y las conductas inapropiadas dan como resultado que los animales se sientan amenazados. Panamá cuenta con una legislación que regula la observación de cetáceos en sus mares y costas. El código de conducta establecido por la Resolución No. 01 del 29 de enero de 2007 de la Autoridad de los Recursos Acuáticos, señala, por ejemplo, que ninguna embarcación puede acercarse a menos de 100 metros de distancia de los delfines; que la velocidad de las embarcaciones en presencia de cetáceos es de 7 kilómetros por hora, que esta deberá permanecer en neutro durante el avistamiento y solo podrá ponerse en marcha tras verificar que no hay ningún animal en la superficie; y que solo dos embarcaciones podrán permanecer simultáneamente cerca de un mismo grupo de cetáceos.Pero para nadie es un secreto que, con algunas excepciones, en la Bahía de los Delfines estas regulaciones no se cumplen a cabalidad.Expertos aseguran haber visto hasta quince embarcaciones persiguiendo a un grupo de apenas cuatro delfines. Y sus entrevistas con los pobladores revelan que hasta 100 botes pueden rondar por el Archipiélago de Bocas del Toro al mismo tiempo, teniendo todos ellos, en algún momento, la laguna como parada obligatoria.»Los boteros tienen una forma de conducir que no es nada amigable con los delfines», explica por su parte Gabriel Jácome. «Esta consiste en girar en forma circular en la zona a toda velocidad con el fin de crear cierto grado de estrés para que los individuos salgan a la superficie. Es como una competencia de ‘diablos rojos’: se pelean por el último real, aunque saben que están cometiendo infracciones». www.bgeneral.com
  • Piscina Natural y disminución de las estrellas de mar (Guna Yala): las estrellas de mar tienen sobre la superficie corporal unas pápulas llamadas también branquias dermales, las cuales son utilizadas para el intercambio de gases, cada pápula de paredes finas es una prolongación del celoma, por lo que los gases son intercambiados automáticamente entre el líquido celómico y el agua.En palabras sencillas esto quiere decir que las estrellas de mar capturan el oxigeno del agua para su proceso de respiración a través de estas branquias dermales y cuando estas especies son sacadas de su hábitat acuático no pueden realizar el intercambio de gases para su ciclos vitales, por lo que sufren una intoxicación, generalmente con dióxido o monóxido de carbono y en un tiempo relativamente corto mueren, es decir, se “ahogan”, basta unos 3 a 5 minutos dependiendo del espécimen.
  • Charcos de Sajalices (Panamá Oeste) Se han visto grupos hasta de 60 personas caminando al sitio, efectos: erosión del terreno, basura en los senderos, disminución del caudal. Hace cinco años se veían ranas dardo por docenas, actualmente no se ven.

Por esto y mucho más los especialistas consideran que el verdadero ecoturismo debe ser minoritario, lo que no implica que se pueda desarrollar una industria turística más responsable.

One Comment

  1. Lola on septiembre 3, 2015 11:01 pm

    Excelente artículo!

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