En zonas planas cercanas al mar o en las desembocaduras de los ríos hay tierras muy húmedas y cubiertas en gran parte por agua. Están llenas de monte, mosquitos, zancudos, etc. Y como no son apropiadas para la agricultura y la ganadería, les hemos dado poco valor.
Sin embargo, las personas especializadas en estudiar la vida de las plantas y de los animales se fueron dando cuenta de que son lugares especiales. Están llenos de vida. Son lugares donde vive una gran cantidad y variedad de plantas y animales.

Los han llamado Humedales por su abundancia de agua. Son lugares de aguas poco profundas, como lagunas, fangos o pantanos, esteros, manglares y arrecifes de coral.
En el mundo hay millones de especies de seres vivos, muchos de ellos son tan pequeños que no los podemos ver. Pero a pesar de ser muy distintos unos de otros, todos tienen una misma necesidad. Para poder sobrevivir necesitan tener una fuente de alimento. También un espacio donde puedan descansar y reproducirse. Y los humedales dan refugio y sustento a muchos de ellos. En los humedales conviven tanto plantas acuáticas como una gran variedad de animales, entre ellos aves, mamíferos, insectos acuáticos, anfibios y peces.
Los Humedales son también importantes reservas de agua. Captan el agua de las lluvias, la retienen y filtran lentamente, y algunos ayudan a recargar los acuíferos o fuentes de agua que corren bajo el suelo. A la vez sirven como purificadores naturales del agua.
Además, los Humedales por medio de la vegetación y el agua atrapan carbono, contribuyendo así a que haya menos dióxido de carbono o CO2 en el aire.

Por otra parte, los humedales tienen un importante valor económico debido a la gran cantidad de productos que pueden ofrecer. Además, pueden ser navegables y, gracias a sus bellos paisajes, se han convertido en sitios de gran interés turístico. También son fundamentales para la pesca. De las aproximadamente 20,000 especies de peces que existen en el mundo, cerca del 40 % habitan en los humedales.
Cada día se adquiere más conocimiento sobre este maravilloso mundo natural. Sin embargo, el aumento de la población ha traído consigo un crecimiento industrial que ha ido dañando los recursos naturales, utilizándolos a una velocidad mayor que la de su recuperación. Por esta razón, muchos de estos ecosistemas llenos de vida han ido desapareciendo. El principal problema es el desconocimiento y la falta de comprensión sobre su importancia.
Desde hace aproximadamente 40 años, muchas personas y organizaciones preocupadas por la naturaleza han dedicado esfuerzos a estudiar los humedales y a difundir la importancia de conservarlos. Para crear conciencia, cada año, el 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales.
Afortunadamente, hoy en día la mayoría de las personas reconoce que estos lugares llenos de vida deben ser protegidos, y nosotros también podemos ayudar no contaminándolos con basura, evitando la destrucción de la vegetación y previniendo que sean talados o rellenados.
La Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, conocida como el Convenio de Ramsar, fue firmada en la ciudad de Ramsar, Irán, el 2 de febrero de 1971, y entró en vigor el 21 de diciembre de 1975. Su principal objetivo es “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales, y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”.
A diciembre de 2009, Panamá contaba con cuatro humedales que forman parte de la Lista de Humedales de Importancia Internacional del Convenio Ramsar: Golfo de Montijo, San San Pond Sak, Punta Patiño y Bahía de Panamá. Cifras oficiales indican que Panamá posee aproximadamente 5,124 kilómetros cuadrados de humedales.
Cuidemos nuestros humedales y demos a estos ecosistemas el valor que realmente merecen.