Nos sentimos sumamente felices de estar rodeados de personas generosas que desde el dÃa uno mostraron interés en la planificación de este evento para los niños de La Gloria.
Meses antes La Prof inicia su recolecta y tira viajes para Arraiján a dejarlos, asàmismo Ana saca cálculos y se organiza. La mitad de la terraza de la casa eran juguetes, Ãtiles escolares y pacas de ropa americana.
Los Ãltimos dÃas de diciembre afinamos detalles y hasta surgieron donaciones inesperadas. Mucha gente querÃa formar parte, donar y ayudar.
Alquilamos un 4×4 que nos pudiera recoger en casa, pues la carga era imposible llevarla en dos carros y resultó que debÃan ser de excelente tracción pues nuestros informantes en la montaña nos decÃan que llevaban una semana sin ver el sol, no habÃa parado de llover.
Con el corazón encogido de nervios, elevamos nuestras plegarias al cielo y nos dispusimos a salir a las 6am, Ãbamos hasta el tope en carga.
A continuación describiré todo pues muchos de los patrocinadores no estuvieron presentes:
Apenas llegamos a Sorá el tiempo cambió y las gotas de lluvia se asomaron, pero ni eso nos quitó la alegrÃa que ya llevábamos.
Cuando el carro local entró al lodo tuvimos que bajarnos por momentos pues las lomas y con el peso, hacÃan resbalar pero logramos llegar sin mayores inconvenientes a La Gloria.
Ya estaba hecho el sancocho y nos dispusimos a preparar hot dogs y hamburguesas; a medida que iban llegando los niños (bajo la lluvia) los recibimos con Nieve de frutas, jugos y hot dogs. A los adultos les tocó una deliciosa hamburguesa.
Aprovechamos para cantarle cumpleaños a Rey Aguilar, que como bien indica su nombre, nació en dÃa de reyes y compartimos un delicioso dulce.
Nuestra amiga Yoana se vistió de muñequita y pintó los rostros de los niños que se convirtieron en “conejito pintado”, “ñeque”, “gatito”, “perrito”, “muleto”, etc. Y también recibÃan globos con formas!
De ahànos trasladamos al rancho, donde se colocó las piñatas y todo fue un contento, deliciosos confites y chocolates caÃÂan de arriba y los niños con sus bolsitas recogÃan para llevar.
Al poco rato, nos dispusimos a llamar a cada niño para la entrega de juguetes. Creo que hubo quien se llevó hasta cuatro juguetes. Lastimosamente algunos niños no fueron a la fiesta pues la lluvia no los dejó salir de casa pero a pesar de esto, les dejamos sus regalos.
Luego, llegó la hora de las bicicletas; hicimos algunas preguntas y salieron los ganadores, que no se lo creÃan. También hicimos la entrega de artÃculos para bebé.
Luego de esto repartimos los útiles escolares por familia con niños en edad escolar y por Ãltimo recibieron las canastitas, que con tanto cariño preparamos.
Salir de La Gloria no fue fácil, el lodo esta vez nos dio tarea. Los conductores se graduaron en todo terreno y los muchachos sacaron todas las fuerzas para empujarlos y salir de este hermoso lugar, en este momento prácticamente incomunicado.
¡Todo un éxito! No caben palabras para describir lo que los ojos captan, pero ver a los niños felices, corrinchando, sorprendidos y adultos agradecidos es la prueba de que hicimos un buen trabajo, y por eso agradecemos a cada persona que estuvo pendiente de la actividad.
A los chicos de la escuela Melchor Lasso por sus donaciones
A la Profe Nivia por Tanto, tanto!
A Ana Cherigo y Amilkar González, quienes además de donar, pusieron corazón y su tiempo, siempre pendientes de ayudar en Lo Que Sea.
A Rey Aguilar por sus donaciones e incomparable apoyo en todo, siempre dándolo todo por el todo.
A las familias Ulloa, Kant, Villarreal, Montero.
A Miguel Salcedo alias “Kilo” 🙂 por sus donaciones, tiempo y apoyo. A Yoana y su hermana por su iniciativa.
A Raquel MartÃÂnez por sus donaciones de útiles y por su tiempo y disposición.
Gracias a MarÃa Carbone de Farmacia Carbone por sus donaciones, por no pensar dos veces la decisión de meter su auto en la montaña en época difÃcil.
A Génesis RodrÃÂguez, Félix Doronzol, Keira Brown que aunque no estuvieron presentes en la fiesta, estuvieron pendientes con sus aportaciones.
A los conductores: Omar, Alvin y el Sr. Omar.
A mi madre y hermana Gisselle por todo su apoyo y estar pendiente de mi bebé, que también fue a la fiesta. Además por su paciencia pues nunca habÃan estado en la Sierra y ésta vez no fue la más fácil, pero sàla más hermosa.
A Chendomatic por todas sus donaciones desde la distancia, siempre presente, gran persona!
A la familia Ovalle, ¡Oh por Dios, cómo queremos a esta familia! Por prestarnos su espacio, su casa que ensuciamos de tanto entrar y salir, por su hospitalidad.
Abrazos,
Mariel 🙂

