El Parque Nacional Altos de Campana guarda secretos en sus montañas, explorados solo por los más aventureros. Existen rutas que te pueden tomar hasta 2 días solo para llegar a cascadas prístinas de aguas inmaculadas.

Esta vez decidimos hacer una caminata que había planeado desde hace mucho: entraríamos por Campana y saldríamos por Sajalices, pasando por el Río Campana, bordeando el Río Sajalices y aprovechando para charquear en variados chorros del camino.

Tocamos por primera vez el bosque de pinos que todos vemos desde el mirador “Caja de Agua”. Caminamos desde un bosque de altura hasta los potreros que bajan a Sajalices. El Parque Nacional y Reserva Biológica Altos de Campana cuenta con bosques tropicales y premontanos donde se encuentra una interesante mezcla de especies, algunas de ellas endémicas.

Debido a la historia de colonización agrícola del área, buena parte de los bosques del Parque son de crecimiento secundario y en la parte sur existe un área de pastos probablemente de origen antrópico.

En esta parte del parque existía una cabaña de observación de ANAM, pero actualmente se encuentra abandonada. Curiosamente, en la parte baja —el área conocida como Los Pinos— existe una carretera rural. Los locales nos contaron que fue construida por un consorcio, que abrió más de 2 km de vía para subir maquinaria, originalmente para transportar plantones de pino. Hoy también sirve como vía de acceso en caso de incendios forestales.

Una vez cruzamos el río Sajalices, tomamos la ruta vieja que conduce a los charcos de Sajalices, actualmente con entrada prohibida bajo pena de multa, debido al mal uso por parte de visitantes que solían bañarse en la toma de agua potable, a pesar de que existe un chorro adecuado para bañistas.

Nos alegró profundamente volver a un sitio que descubrimos hace muchos años y que amamos con pasión, aunque luego tuvimos que colaborar en su cierre definitivo. Aún esperamos que MiAMBIENTE tome cartas en el asunto y mejore las condiciones de los senderos, de modo que las visitas se realicen de forma segura y supervisada.

Luego del área Los Pinos, y ya en terreno seco, comenzamos a ver varias huellas: muchas de venado, algunas de nutria y una buena cantidad de rastros de sapos y ranas.

Al cruzar el río Sajalices, como es habitual, el paisaje cambia: empiezan los potreros y los animales que más se observan son el ganado, además de las hermosas ranas Dendrobates auratus.

Luego de las características dos horas de regreso, salimos felices a la carretera Interamericana, habiendo recorrido 11 kilómetros dentro del Parque Nacional Altos de Campana, una hazaña maravillosa.

Gracias a todos los senderistas, que animados nos acompañaron en esta preciosa aventura.