Definitivamente, la delincuencia ha sobrepasado los lÃmites.
Luego de mucho pensar en el turismo local y en cómo la delincuencia puede afectarle, he decidido escribir ya que no somos los únicos que han vivido ésta situación en éste sitio, y nos parece irresponsable el NO advertir a próximos visitantes para que asà puedan tomar medidas de protección personales.
Nos fuimos a conocer la famosa “Cascada Nativa”, que estuvo muy concurrida en el año 2019 y podrÃÂa apostar que quien anda sendereando ya le conoce.
Nosotros no, pues nos desagrada un poco estar con demasiada gente en el mismo lugar, tampoco somos asiduos a spots populares.
Bueno, llegamos a la casa del señor Medina, quien gestiona una de las entradas a la cascada Nativa, por un costo de 3$. Luego de pagar, un joven de la familia nos mostró el camino hasta el potrero y nosotros seguimos el mismo, la verdad es que no tiene perdedero.
Al llegar a la cascada vimos pasar cuatro chicos camaroneros, que al saludar bajaron la cara y se mostraron incómodos, e ignoraron nuestros saludos.
Al rato y luego de que Rey recorriera los alrededores, vimos bajar de la parte alta de la cascada a dos amigos conocidos a quienes saludamos y conversamos.
Al rato decidimos subir todos juntos a la cascada La Verrugosa; uno de nuestros acompañantes dejó sus pertenencias entre el follaje. No habÃa nadie más en el sitio asà que no le prestó mayor atención, pero al parecer evidentemente desde algún lado del monte nos observaban.
El caso es que al bajar de la cascada Verrugosa, estaban todas las pertenencias del chico tiradas, y se habÃan llevado el dinero, dejaron los documentos personales tirados, asà como las monedas, incluso los “martinellis”, sólo habÃan tomado los dólares y habÃan desaparecido.
Rey corrió por el sendero en busca de los facinerosos pero no los halló, tampoco estaban cerca de las calles, que recorrimos por buen rato. Por fuentes locales supimos que los 4 camaroneros se dedican a esto, viven en la rivera del otro lado del rÃo donde está Cascada Nativa en un lugar llamado Tosanto y son el azote de Manglarito, con varias denuncias interpuestas en la policÃa, que al hallarse sin pruebas, no los pueden apresar. Son lo que los locales denominan “maleantes de monte” y “jamás los van a agarrar”.
Una lástima que esto suceda, por esta razón no recomendamos visitar este lugar, asà como ejecutaron el hurto, pueden emboscar en el sendero, lo cual puede ser Peor o Letal.
No es un secreto que la mayorÃa de senderistas andan con cámaras costosas, dinero y artÃculos varios de valor.
Recomendamos EXIGIR a quienes cobran la entrada, que les acompañen en la travesÃa, por pequeña que sea. Nuestra intención es informar, aunque por un momento preferimos no escribir por no afectar la economÃa de quienes trabajan en el lugar pero, ya no es un caso, son varios, y la policÃa lo sabe.
Es una lástima que, siendo un lugar tan hermoso, ésta vez no escribirles a ustedes, queridos lectores, sobre la biodiversidad animal o vegetal del lugar y de su espÃritu natural o su valor humano.
También recomendamos adquirir artÃculos como gas pimienta o taser pistola eléctrica que pueden ser de ayuda en estos casos, que nadie prevee pero que sà suceden.
Es una responsabilidad comunicar ya que las personas del lugar saben de esta situacion y no comunicaron y asi como paso esa vez puede ocurrir nuevamente , aplaudo esta iniciativa !!!!!
No solo pistola electrica y gas pimienta, también que cada miembro del grupo lleve su machete senderista y cuchillo bushcraft en la cintura a ver cuál pendejo ladrón de potrero va a querer acercarse al grupo. La otra vez también le hurtaron en el carro a otro muchacho Youtuber de Panamá, le reventaron el vidrio del mientras estaban en Cascada Las Lajas de Coronado. Que mal!!!
Tuve una experiencia similar en Los Chorros de Ola, dejé mi maletin a escasos 4 o 5 metros de distancia para fotografiar el chorro y me lo robaron. Único sospechoso, un joven adolescente de alrededor de 13 años que al parecer del apuro del hurto dejó su jeans y chancletas al huir. Se reportó a la policÃa y a la comunidad pero es una lástima que de esta forma uno termine disuadido de gozar de estos bellos lugares.