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Reserva Forestal La Yeguada y Cascada El Desvío.

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La Reserva Forestal La Yeguada es un lugar que se queda permanente en la mente de quien lo visita.

Llegar es bastante fácil: una vez en Aguadulce, exactamente 15 minutos después se encuentra la entrada del Jaguito, en el Roble, Coclé. La Yeguada está ubicada en el distrito de Calobre, desde el Jaguito te toma 1 hora y media en carretera, 72.8 kilómetros.

Hay otra opción manejando hacia Santiago y luego entrar por la carretera hacia San Francisco, luego desviarse a Calobre y de ahí a La Yeguada, lo cual toma mucho más tiempo si vienes desde la ciudad de Panamá, pero es muy conveniente si vienes del interior del país. Toma más o menos 1 hora y 20 minutos, con 65.8 km.

También conocida como Chitra-Calobre, es una reserva forestal que protege la cuenca hidrográfica de La Laguna, misma que provee de energía hidráulica a la hidroeléctrica. Es un complejo volcánico masivo localizado en la provincia de Veraguas, en Panamá, justo al norte de la península de Azuero.

Tiene una altura de 1,297 metros sobre el nivel del mar y su última erupción fue hace unos 1,625 años. La cuenca hidrográfica de La Yeguada es de 638 km², ubicada en la Reserva Forestal La Yeguada de 70.9 km². La profundidad promedio de la laguna es de 5.2 metros, siendo la máxima de 6.5 metros. Sus coordenadas geográficas son aproximadamente: 7°40′N, 81°30′W.

Ya íbamos bastante exhaustos de tanto andar en carretera hasta que vimos un letrero que decía “18 kilómetros La Yeguada”. Nos pusimos felices, y de ahí en adelante solo fueron curvas, montañas; a lo lejos divisamos los Picachos de Olá, a otro lado las lejanas montañas de Santa Fe, volcanes viejos que se encuentran en la cordillera norte de Veraguas. Nos detuvimos en un precipicio a tomar fotos y observar la belleza natural de este lugar lleno de magia.

Más adelante, pinos y musgo nos rodeaban, sentíamos que estábamos cerca y, en efecto, vimos la caseta de la ANAM y un patio de pinos precioso donde había varios carros y tiendas de acampar y, al fondo: la laguna de La Yeguada.

Emocionados, empezamos a armar las tiendas. El área es sumamente limpia y plana. Cuenta con una letrina rudimentaria. El lugar está ubicado en un pinar que se plantó hace más de treinta años. Ya no está permitido realizar fogatas.

Descansamos un rato y nos fuimos dispuestos a darnos un chapuzón en la laguna, pero al estar en ella nos dio un poco de miedo y nos dimos un baño en las orillas. Observamos que los lugareños sí nadan hasta una torre en donde descansan cormoranes y que queda bastante lejos de la orilla. Nos sentamos a escuchar el viento y nos sentimos honrados de estar allí.

Cocinamos festivamente de todo un poco. Buscamos leña y de hacer la fogata, que como siempre, le toma 5 minutos. Comimos pan pita con queso, luego hicimos coditos con tulip y hongos. Fue divertida la logística para cocinar casi de noche. Luego bajamos a observar el anochecer. Pinos infinitos, los pájaros incesantes en su canto, águilas excitadas en su bullicio. Inhalé una bocanada del aire purificador, capturé el paisaje y lo encerré en los recuerdos placenteros…

La laguna es el cráter de un volcán primitivo, que algunas personas dicen que sigue activo. Creada en 1967, la reserva forestal forma parte de la cuenca que provee energía hidráulica a la hidroeléctrica de La Yeguada.

Es de tipo estratovolcán, y se desviaron las aguas del río San Juan hacia la quebrada Las Lajas, único afluente de la laguna, para aumentar el volumen de agua utilizable para la generación de energía eléctrica.

Esta Reserva Forestal recoge una de las experiencias más antiguas de reforestación con Pinus caribaea en Centroamérica, la cual se inició a fines de la década de 1960 y ahora cuenta con más de 2,000 hectáreas plantadas. Parte de los pinos fueron sembrados durante el gobierno del general Omar Torrijos. La laguna, que originalmente tenía 1.0 km², aumentó a 1.125 kilómetros cuadrados al culminarse las obras de cierre de un vaso mayor.

La carretera que sube a la laguna ha sido asfaltada y está en excelentes condiciones para todo tipo de autos. Está bajo el control de la ANAM: pagamos $5 por persona, con lo cual se permite acampar, utilizar el baño y acceder a áreas recreativas como la cascada El Desvío.

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Al día siguiente, luego de un delicioso desayuno, subimos a la cascada, de unos 35 metros de espectacular caída, y la contemplamos embelesados hasta que superamos el frío y nos pudimos meter. Escalamos y nos sentamos en su caída a darnos masajes naturales.

Después de ese vigorizante baño, nos fuimos a La Represa, de donde cae el agua que se desvió hacia la cascada. La Represa es un río embalsado pero limpio, con una profundidad perfecta para los adultos y con el agua cristalina.

Veraguas tiene hermosos lugares, llenos de naturaleza virgen dispuesta a ser explorada; montañas de verdes intensos esperando ser coronadas.

Un poquito más lejos y bien planificado no cuesta mucho: acampar es lo mejor. Convivir con la naturaleza siempre es una experiencia formidable.

¡Que les vaya excelente en su visita!

Mapa de cómo llegar