Esta es una de las giras que repetimos cada año, y con razón: el lugar es mágico. Enclavado en las montañas de Panamá Oeste, alberga hermosas caídas de agua, incluida la más alta de la provincia, La Gloria, custodiada por la familia Ovalle, comprometida con el turismo sostenible.

Conocimos a doña María en 2010, cuando llegamos caminando desde Ciri Grande. El sendero nos llevó a una pequeña comunidad de casas dispersas, entre ellas la suya, con techo de paja. A pesar de su sorpresa al ver forasteros, nos ofreció café y guineos fríos cosechados en la sierra. Desde su patio, contemplamos por primera vez el imponente chorro.

Un gesto sencillo, una bienvenida cálida y una cascada inolvidable: razones suficientes para volver una y otra vez.

Meses después, organizamos nuestra primera gira en grupo a La Gloria, partiendo desde Bajo Bonito. Acampamos para poder caminar las dos horas hasta el chorro, y nuevamente la familia Ovalle nos recibió con los brazos abiertos, permitiéndonos el acceso a su tierra sin pedir nada a cambio.

Con el tiempo, más senderistas descubrieron este rincón mágico. La familia, visionaria, comenzó a invertir sus modestos recursos para mejorar la finca: limpian el sendero, instalaron barandales y habilitaron el acceso hasta la cascada La Tulivieja. Ahora también venden productos frescos como naranjas, yuca, otoe y más.

A pesar de los retos —como el difícil acceso y la escasa infraestructura—, los Ovalle apostaron por el turismo alternativo. Hoy, Aníbal Ovalle construye un área de campismo, y nosotros, con emoción, esperamos su apertura.

Doña María se encarga de la cocina con ese toque casero y auténtico. Si le llevas los ingredientes, ella se encarga de prepararlo todo por un precio justo y con mucho cariño.

Nada de esto ha sido improvisado. La familia Ovalle ha trabajado durante años para aprovechar responsablemente los tesoros naturales que tienen, invirtiendo en mejorar el área, mantenerla limpia y hacer que cada visitante se sienta bienvenido. Siempre están dispuestos a acompañarte a descubrir los atractivos del lugar.

Desde hace un tiempo, en Enlodados decidimos aportar con responsabilidad social en la comunidad, organizando la celebración navideña en casa de los Ovalle, ese sitio que sentimos como nuestro segundo hogar.

Hemos diseñado un circuito que recorre varias cascadas de la zona, pero la joya del recorrido sigue siendo La Gloria: una caída de agua majestuosa que nunca deja de sorprender.

Gracias al grupo increíble que nos acompañó el domingo pasado y logró el reto de visitar las cuatro cascadas, incluyendo una que se desliza desde una roca en forma de túnel.

Aquí les compartimos algunas fotos de esta aventura inolvidable: