Semillerito negriazulado/Blue-black Grassquit (Volatinia jacarina)

Este pajarito muy singular de ver en nuestros montes panameños, abarca todo el país pero a menos de 1,600 msnm. A menudo se pueden ver con bandadas de otras aves muy parecidas a ellos, como los semilleros; es común verlos en el suelo comiendo y buscando semillas.

Presenta un claro dimorfismo sexual en el plumaje: El macho es de color negro azulado, con las partes inferiores de las alas blancas. Las hembras y los inmaduros son parduscos, con el vientre más claro y rayado, completamente diferente al macho en cuanto a color. El pico es anaranjado. Es muy pequeño, de unos 10 cm de largo, con pico cónico y puntiagudo; el macho es más lustroso, y la hembra más listada por debajo que los otros semilleros pequeños.

Acechan y forrajean entre la vegetación baja, donde no son visibles hasta que se espantan. Se alimentan de muchas semillas, con un suplemento de insectos y bayas. En ocasiones aterrizan sobre las carreteras pavimentadas para recoger cascajo y semillas pequeñas.

Semillero Cariamarillo/ Yellow-faced Grassquit (Tiaris olivacea)

Tiaris olivaceus es una pequeña especie de ave perteneciente a la familia Emberizidae del orden Passeriformes.

Este bichillo lo hemos divisado muchísima veces en los montes del país y aún siendo tan bello es muy fácil verlo hasta en casa y ciertas partes de la ciudad. Se encuentra generalmente en bordes de caminos y  o terrenos semiabiertos entre arbustos donde se alimenta de semillas. En parejas o solitarios.

Los semilleros son aves muy pequeñas, el cariamarillo es en su mayor parte del cuerpo de color oliváceo. Con ceja y garganta amarillo brillante. Con mejillas, pecho y parte de coronilla color negro que se degrada a oliva.  Pico negro.

Al verlo semeja tener una mascarita amarilla muy graciosa que lo distingue inmediatamente de los demás semilleros. Se encuentran en ambas vertientes: Pacífico y Caribe; son comunes en colinas y montañas, poco común en las tierras bajas, hasta más de 1.700 metros, aunque en lo personal los he visto por doquier en Arraiján, buscando sus respectivas semillas y supongo que será porque aman las zonas verdes. A menudo, en pequeñas bandadas que se confunden con otras grassquits y otros semilleros. Cantan un delgado, alto y rápido trino.

Anida a lo largo de todo el año. El nido es globoso con entrada lateral, construido con pajas, fibras, raicillas y pelos. La puesta es de dos o cuatro huevos blancuzcos algo azulosos que en el extremo más grueso tienen manchas moradas y castañas.

En Costa Rica se conoce como gallito ya que es un ave muy territorial y pelea como un gallo fino de pelea.

Vaquilla, Coclé

Vaquilla es un pequeño pueblo de la provincia de Coclé que pertenece al corregimiento de Chiguirí­ Arriba dentro  del distrito de Penonomé; rodeado de montañas, pequeñas y humildes casas, ríos de aguas desbordantes y frí­as. Poco poblado, posee un clima fresco y agradable.

Para llegar a Vaquilla, es necesario pasar primero por Chiguirí Arriba, luego entrar por la carretera de piedras que queda justo en frente de la Abarrotería Cristina Milagro. También hay “chivas” que salen desde el mercado de Penonomé.

En este poblado no hay hoteles, ni sitios de camping ni nada por el estilo, en caso de visitarlo, las opciones las llevas tú, es decir, acampar o buscar tu propio refugio natural.

Fuimos en la busca de un chorro sin nombre, en el camino nos topamos con varias especies de aves interesantes como golondrinas, tangaras hombriblancas, semilleros cariamarillos, reinitas y oropéndolas.

Nos metimos completamente desorientados por un camino que se convirtió en una loma, casas de barro con fogones encendidos. Escuchamos el río abajo y pensamos que quizás estábamos en el camino correcto, así­ que seguimos bajando y al llegar al borde del río, divisamos el chorro, pequeño y profundo en el cual jugaban unos niños y pescaban camarones.

Primero, el chorro me produjo algo de temor, se notaba que el río había sido represado hace poco o que había crecido y dejado los bordes llenos de troncos y ramas.

Nos topamos con una pequeña y curiosa rana con una línea ocre en su cabeza. Nos bañamos en el chorro y estuvimos pasando un rato tranquilo. Al parecer este es un lugar de paso pues mientras estuvimos pasaron algunas personas hacia el pueblo, al otro lado del río, un atajo.

Un momento agradable, en un lugar conocido solo por los que allí habitan.

¡Tanto hay por conocer aún!