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Espiguero Variable / Variable Seedeater

Esta ave es muy común verla en nuestros campos, alimentándose de semillas. Los múltiples nombres científicos y comunes para este mismo pájaro son el resultado de desacuerdos sobre su clasificación. Los machos son de color negro arriba y blanco abajo con un cuello negro y babero, un collar blanco, una mancha blanca en la base de las plumas primarias , y un amplio y negro, pico convexo.

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No estoy segura de por qué este macho tenía puntos blancos en los ojos, pero estas aves en realidad son muy variables en sus marcas. Miden 10,5 cm (4 pulgadas) de largo y pesan aproximadamente 11 g (0,4 oz).

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Una variable hembra o Wing-barred Seedeater son similares, pero es un color opaco de oliva por encima y un color amarillo pardo. Los rebaños con otras especies de comedores de semillas de pastos, campos de maleza en prados y otros.

Esta especie se alimenta principalmente de semillas de la hierba, pero también tiene otras semillas, bayas y algunos insectos.

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El nido de copa es endeble, construido por la hembra y está hecho de material vegetal grueso y forrado con unas pocas fibras más finas. Se coloca en un árbol de 0,4 a 6 m, a veces superior, en el tenedor de una ramita. El embrague es de dos o tres huevos de color marrón-gris pálido moteado, que son incubados por la hembra sola durante 12-14 días.

El Seedeater variable tiene una llamada Chur duras. El canto del macho consiste en una mezcla de gorjeos, silbidos, y píos, y es más elaborada en la vertiente del Pacífico.

Espatulilla Común o Common Tody-Flycatcher

Nombre científico: Todirostrum cinereum

Es un ave paseriforme muy pequeña en la familia Tyrannidae. Se reproduce desde el sur de México al noroeste de Perú, el este de Bolivia y el sur de Brasil.

Miden aproximadamente  9.5 cm. y pesa 6.5 grs. Son muy pequeños, de cabeza grande, con el pico largo, recto, aplastado y de punta chata.

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En los adultos la frente, la parte anterior de la coronilla, el área de la cabeza y la parte superior de las mejillas son de color negro, y pasan a gris manchado oscuro en la nuca y a gris oliva oscuro (machos) o verde oliva oscuro (hembras) en el resto de la región superior. Las alas son negruzcas con los bordes amarillos pálidos; las timoneras son negras con la punta blanca, más gruesa en las más externas y cortas; la región inferior es completamente amarilla. El iris es amarillo pálido, teñido de rojo por encima de la pupila. El pico es negro con un pedacito de la punta y la base de la mandíbula blancuzcos.

Los especímenes juveniles son parecidos a los adultos, pero presentan el píleo de las mejillas gris fuliginoso oscuro. El borde amarillo de las alas posee un tinte ante y por debajo es amarillo más pálido. El iris es oscuro (le toma varios meses ponerse pálido).

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Frecuenta los matorrales de los antejardines, los cultivos con sombra, huertas despejadas, áreas de crecimiento secundario, arbustos y bordes de los bosques de galería y manglares. Evita el interior de los bosques densos, aunque penetra en el dosel a lo largo de las márgenes.

Tanto los machos y hembras construyen un nido en forma de bolsa con una entrada lateral, construida con los más variados materiales vegetales, unidos con telarañas y con un buen forro de plumas, vilano, etc. que suele ser suspendido de una rama delgada de 1-5 metros de altura en un árbol, aunque en ocasiones puede ser hasta de 30 metros. La hembra incuba los dos huevos de color blanco por lo general sin mancha por 15-16 días antes de la eclosión. Se reproducen de febrero a julio.

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Los nidos no son utilizados como dormitorios. Los adultos y los especímenes juveniles que han abandonado el nido duermen en árboles; estos últimos ejemplares duermen en estrecho contacto.

Se alimenta de abejones pequeños, moscas, avispas parásitas y otros insectos, que captura mediante salidas veloces contra el follaje.

Tangara Palmera/ Palm Tanager

Nombre científico: Thraupis palmarum
Familia: Thraupidae

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Detrás de casa las hay por doquier. Me voy a ver otras aves, pero ellas aparecen, siempre cautivando mi mirada.

La tangara o azulejo de palmeras es un ave del orden Paseriformes de tamaño mediano. Se distribuye desde Nicaragua hasta Bolivia, Paraguay y el sur de Brasil. También en la isla Trinidad y Tobago.

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Se encuentra en áreas semi-abiertas, incluyendo cultivos y jardines, sobre todo palmas, e incluyen arboledas despejadas, cultivos de palmas africanas, de coco o de pejibaye, potreros. Construye su nido en árboles, generalmente palmas, y la hembra incuba tres, a veces dos huevos azulados pálidos, con abundantes manchas café y lila claro. Se reproducen de marzo a junio. Los polluelos permanecen en el nido otros 17 días.

Los adultos miden 19 cm de largo y pesan unos 36 g. Su plumaje es opaco, de color gris y verde oliva. Las plumas de vuelo son negruzcas, la cola también, pero delineada con verde. En el vuelo, es visible una raya amarilla en el ala. Los sexos son similares, aunque la hembra es un poco más pálida.

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Son sociales, y comen una gran variedad de frutas especialmente los de los higuerones y amentos de guarumo. Buscan entre el follaje, inclusive el de las palmas, tras insectos, arañas y larvas de Lepidóptero, y con frecuencia se cuelgan del borde de una ramaje o una hoja grande para escudriñar su reverso. En ocasiones salen volando tras los insectos. Incluso a veces beben néctar.

Batará Barreteado/ Barred Antshrike

Nombre científico: Thamnophilus doliatus
Familia: Thamnophilida

Estaba ahí, quietecito, pero escondido entre las ramas, me transmitió un aire de miedo en él. Movía su mohawk de un lado al otro, saltando de rama en rama, pero algo lejos. Estas aves suelen vivir en los bosques secundarios y bosques residuos, como en las partes altas de los cerros. Su nido consiste en una taza profunda de paredes delgadas, pegada por el borde a una horqueta horizontal. Están construidos de bejucos finos, zarcillos, pedazos de hongos y a menudo unos pocos manojos de musgo verde por fuera.

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Se encuentra una altura de 1 a 9 m. entre un matorral. Suelen poner 2 huevos, en raras ocasiones 3, de color blanco con manchones y salpicaduras café purpúreo o chocolate y se reproducen de enero a junio.

Se alimentan de escarabajos, hormigas, chinches, saltamontes, otros insectos y arañas, que atrapan de la vegetación densa. En algunas ocasiones siguen a hormigas arrieras o guerreras.

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Miden aproximadamente 16 cm. y pesan 28 grs. El iris es amarillo pálido y la cresta despelucada.

El macho adulto presenta las plumas de la coronilla negras con la base blanca, y el resto de la región superior negra, con un barreteado blanco y burdo. El rayado es blanco y negro borroso en los lados de la cabeza y la garganta, y el resto de la región inferior presenta un barreteado blanco y negro grueso y uniforme.

La hembra muestra la coronilla castaño marrón, y el resto de la región superior es marrón. El rayado blanco y negro es borroso en los lados de la cabeza y el collar de la nuca. Por debajo es ante más claro en la garganta y el abdomen. La quijada es negruzca, la mandíbula es gris azulado, y las patas son grisáceas.

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El macho juvenil es barreteado y negro manchado por encima y por debajo, no tan bien definido como el de los adultos. La hembra juvenil es similar a las adultas pero más o menos barreteada con un negro manchado por encima.

Mielero Patirrojo/ Red-legged Honeycreeper

Nombre científico: Cyanerpes cyaneus
Familia: Thraupidae

Hace poco me fui detrás de la casa al oír un ave que cantaba hermoso, al llegar vi varias aves, corri y busque la cámara, y empezó todo así. Ese día le tomé foto a más de cinco lindas aves, entre las cuales esta el Mielero Patirrojo, que fue uno de los que más llamó mi atención. Estaba con otro, de color verde y no se separaban, creo que andan en épocas de reproducción.

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Observar detenidamente por primera vez una de estas aves es un grato descubrimiento para quien se inicie en la observación de aves en la ciudad. Hace poco, un amigo vino y lo llevé a la parte de atrás de mi casa a ver si veiamos alguno, me llevé un pedazo de naranja, a los 5 minutos llegaron. Nos sorprendimos al ver al mismo mielero con su pareja comiéndose la naranja y restos de guineo.

El macho es de coloración azul y fuerte sobre la cabeza tiene un parche de azul pálido – un fuerte celeste, la cola y el área alrededor de los ojos y parte de la espalda son de color negro. La hembra es de tonos mates, verde y amarillo . Las patas son rojas en ambos sexos. Cuando no están en reproducción los machos adquieren un plumaje muy similar al de las hembras.

Creo oportuno aclarar que no es un ave urbana. En la capital tendremos más oportunidad de verla en el Cerro Ancón, el Parque Natural Metropolitano, en los Bosques de las áreas revertidas y parece que en mi casa: Arraiján. Pero siempre y cuando exista una buena arboleda o un parche de bosque en los alrededores, puede que estas aves vengan a nuestras casas atraídas por naranjas y guineos, y pixvae que se les ofrezcan, árboles en los que también suelen habitar. Precisamente me tienen las naranjas de atrás todas picoteadas, y tengo la prueba de ello.

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Buscan pequeños insectos del follaje, y a veces los esperan pacientemente en una rama para capturarlos en el aire. Asimismo, se alimentan de frutos de cereza silvestre y de guarumo. También suelen formar grupos de cuatro o seis unidades.

Su nido consiste en una taza hemisférica pequeña y delgada, compuesta de fibras finas, raicillas e inflorescencias de pasto, uno colocado una altura de 3 a 14 m. de entre el follaje y ramas delgadas. Ponen 2 huevos blancos, con salpicaduras de color café pálido.  Se reproducen desde febrero hasta junio.

Y por supuesto, utilizan los comederos artificiales para colibríes. Leí por ahi que se les ha visto en el área de Perejil y en balcones de edificios próximos a avenidas de tráfico intenso, como la Vía España (por el barrio de La Cresta).

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Ojala logremos conservar nuestro entorno para que nos sigan visitando los mieleros patirrojos y nos sigan sorprendiendo con sus preciosos colores.

La Toza, Natá

Guayavital, parte de Río Chico

Los senderos de Panamá son hermosos, el sol que nos ilumina es distinto, dan ganas de salir siempre y sentir el olor característico del campo, lleno de personas que sí saben tratar. Cada vez que voy a escribir, veo antes las fotografías tomadas y me digo: ¡wow!, yo estuve ahí, mi país es divino, ¡no tengo que ir a ningún lado más! Aquí hay de todo lo que se puede disfrutar realmente, ricas aguas con temperaturas perfectas, caídas de agua hermosas, playas con aguas de colores tornasoles, montañas de formas increíbles, cielo combinado con la tierra. Hasta los lugares más áridos son bellos y tienen algo que aportar a nuestros ojos.

La semana pasada estuvimos en La Toza, comunidad del distrito de Natá de los Caballeros en Coclé. Nuestro propósito de aquél día era llegar hasta el Chorro de los Duendes al cual solo podíamos llegar en 4×4 y era lo que nos faltaba, así que nos quedamos en la Toza.

Fanshi, nuestro amigo de Natá, nos llevo a conocer su familia, que con gran alegría nos recibió y nos dieron varias opciones de lugares para visitar cerca de allí. Escogimos un lugar bastante cerca de la casa de la abuela, un lugar que ciertamente es muy poco conocido, tanto así que le dicen “el río de la abuela”…que es una parte de lo que forma el río Chico, uno de los principales afluentes de Natá.

Entramos por la calle que conduce a las Huacas del Quije y nos desviamos en la entrada de la Toza, de ahí la calle de asfalto terminó y empezó la empedrada. Disfrutamos de hermosas vistas, al frente estaban los Picachos de Ola, que guardan hermosos senderos. La Toza es limítrofe entre Coclé y Veraguas, es un lugar bastante árido y en verano pega un sol bien fuerte. A nuestro lado pasaban bueyes cargando carretas en donde iban sentados niños muy cómodamente. Los Picachos de Olá se veían cada vez más cerca, con sus picos perfectos y su color verde uniforme.

Al llegar a la casa de la abuela nos emocionamos ya que cocinaban un chicheme que se veía delicioso, mis amigos terminaron en hamacas. Fanshi se adelanto a casa de un tío y lo seguimos, tras pasar por un cañaveral, nos encontramos en un bajo en donde tenían un trapiche; un niño ayudaba a su abuelo y éste le mostraba cómo introducir la caña en la máquina de la cual Fanshi nos obsequió raspadura recién hecha.

De ahí nos encaminamos al río, estaba a unos 20 minutos bajo un sol candente y enardecido que nos acompañó hasta llegar. Pasamos por debajo de alambre de púas varias veces, hasta llegar a donde se veía el río, habían unas caídas de agua pequeñas, y de repente una olla de agua que nos trasmitió peligrosidad, se veía verdaderamente hondo, Fanshi nos propuso quedarnos allí o ir más allá en donde había un lugar bueno para nadar.

Caminamos por un tramo pequeño hasta ver la poza, y nos sorprendimos, era como ver la playa de la película “The Beach” pero convertido en río, las piedras hacían forma de una gran pared caliza bajo la cual estaba el río que a simple vista era hondo, pues el fondo era negro, pero tenía una parte considerable para menos efectos.

Preparamos todo, esta vez llevamos hasta estufa, y música con buen sonido. Nos metimos al agua fría, y una vez dentro nos percatamos de la gran fauna, había una cantidad increíble de sardinas que hasta me mordieron, camarones en las piedras, libélulas, lagartijas corriendo de un lado para el otro, pájaros cantando, un sin fin de sentidos y emociones.

Y PUM! Fanshi se lanzó y cayó en el agua con estrepitoso sonido, lo vimos emerger de las aguas y salir con una sonrisa de oreja a oreja. Poco después Max estudiaba el área desde arriba, no se si estaba rezando o tratando de ver el fondo, pero unos minutos más y PUM! de nuevo, nada más vimos salir a Max con otra sonrisa, más grande aún, pero con un dolor en una pierna, golpe de agua- pierna, lo que hizo que se quedara quietecito un buen lapso.

Preparamos la estufa, nos habíamos instalado en una parte en donde pasaba el río a izquierda y derecha, nosotros estábamos en medio de él, ¡qué placentero!

Nos turnamos la cocinadera, hicimos las clásicas milanesas con tortillas y hasta unos “chicken tenders”. Como siempre Leo se atrevió a llevar su ceviche, que fue un contento a la hora de comer.

Mientras comíamos, y mientras Fanshi nos contaba historias de fantasmas y leyendas del lugar, fue cayendo la tarde y los destellos del sol fueron desapareciendo.

Nos despedimos del lugar lleno de sentidos y encaminamos a casa de la abuela en donde nos esperaba el delicioso chicheme hecho en el fogón. En el camino no pudimos evitar tomar fotos de los Picachos de Olá. ¡Tanto llaman nuestra atención! Pero les prometemos que pronto iremos.

Cada día se descubren más lugares, atrévanse a caminar o llevar el carro un poco más lejos, o quien quita tomar un bus a un lugar desconocido y empezar a preguntar, así es que se descubre y se disfruta 🙂

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Chorro Tavidá, Coclé

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Serán 30 a 45 minutos en llegar desde Penonomé hasta el Cerro La Vieja, debe seguir prestando atención hasta ver un letrero que dice Entrada a la cascada. Con waze llegas también.

Si anda en sedán es mejor dejar tu auto en la entrada y caminar. En caso de que ande en 4×4 puede subir hasta llegar a una entrada cercada por malla ciclón.

En verano
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época lluviosa

Nosotros andábamos en sedán así­ que caminamos y esto tomó unos 15 minutos hasta la entrada, allá­ nos detuvo un colaborador del Hostal del Cerro La Vieja, nos advirtió que no podíamos entrar con cooler, a lo que le mostramos el interior sin bebidas alcohólicas. El trabajador nos dijo los parámetros muy amablemente: no dejar basura, mantenerse a orillas de no saber nadar, también nos dijo que no podían entrar grandes grupos o paseos. El costo para entrar es 5$ (2015).

Llamó mi atención el letrero principal que decía: “Reserva Tavidá, Reserva Natural PRIVADA, PROTÉGELA” el señor nos dijo que el hostal ecológico del Cerro la Vieja había comprado 40 hectáreas en Chiguirí­ Arriba que incluían el chorro Tavidá.

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Rey y Karlita

Pagamos y seguimos ahora por un sendero hecho por el hostal, unos 15 minutos más, vimos unas cabañas altas y en frente estaba el apretado dosel selvático que iluminó con una paz la piscina de agua al final del chorro. Contuvimos largamente el asombro frente a esta inusitada belleza.

Es el lugar perfecto para reponer fuerzas. Cargado de frescas sombras, abanicado por un suave e imperceptible viento y, el silencio lo hace un lugar irreal. Al estar en el mirador te caen grandes gotas del chorro. Desde ahí­ se ve la piscina verde perfecta rodeada de vegetación y una caí­da de agua de 30 metros. Todos corrimos a bañarnos bajo las rugientes aguas de la caí­da.

Nadamos, jugamos, subimos a la piedra bajo el chorro y nos sentamos a sentir los fuertes golpes del agua que pegaban como latigazos u hormigas picándonos las espaldas. Gritaba de emoción combinada con el dolorcito del agua pegándome en el rostro y espinazo.

Karla dio varios intentos en subir hasta que lo logró y después nos zurramos por las piedras hasta caer y nadar hasta mitad de la olla de agua. !Fue esplendido! 🙂

Chiguirí Arriba, también cuenta con lugares históricos como: Las Trincheras de Victoriano Lorenzo, que se encuentra en las faldas del cerro; además de los petroglifos que están río abajo después de la cascada del Tavidá, donde verás huellas del hombre de hace 2000 años atrás. También hay un sendero de plantación.

Tips:

  1. La cascada Tavidá¡ que en lenguaje indígena significa “que da vida”.
  2. No lleves cooler.
  3. En época lluviosa, si el chorro está crecido no te dejarán acceder, por cuestiones de seguridad.

Isla Iguana, Península de Azuero

Estuvimos en Lajaminas, un pueblo pintoresco, de esos de los Santos, provincia tan típica de nuestro país. Fueron unas 4 horas y media de viaje, entre paradas, llegamos de madrugada, el camino era fantasmagórico, rodeado de potreros y sin un solo poste de luz. Ya instalados en la casa, pude sentir ese calor de hogar santeño.

La casa de Vladimir es preciosa, decorada al gusto por su mamá, bellos adornos engalanaban el patio, así como las pequeñas flores y qué se diga del interior de la casa, mosaicos de arcilla que dan vistosidad y hasta un mueble con un techito hecho de tejas (que vidagena soy).

Después de instalarnos, nos sentamos a conversar un rato, mientras hablábamos escuche el bramar de alguna vaca a lo lejos.

A la mañana siguiente desayunamos y salimos a los alrededores con la Sra. Oderay, mamá de Vladimir, muy amable nos llevo a conocer su rancho Río Viejo, en la parte alta de un terreno, desde el cual había una vista panorámica de Lajaminas, riquísima brisa pasaba, ¡extraño la hamaca! Habían unos graciosos cerdos y tres vacas de mascota: Doris, Argentina y Barbie así que las fuimos a ver de cerca, muy inofensivas, pero Doris era grande y gorda así que no nos atrevimos a tocarlas.

De regreso a la casa fuimos a tumbar naranjas, recogimos tantas que en cada comida hacíamos refresco. Después de eso tomamos rumbo a Isla Iguana, por fin, qué ansiosa estaba.

Tomamos la lancha de Bolocho, un amable señor, amigo de la familia, que también trabaja en isla Iguana con la ANAM, que dicha! El costo del viaje fue de 60 dólares que es más o menos lo que se paga, a menos que quiera regatear.

Ya en la lancha, todo fue un suspiro, a siete kilómetros de la costa, unos 20 minutos y ya estábamos del otro lado, en Isla Iguana, en un parpadear de ojos, Vladimir se tiró al agua, aun no habíamos encallado, pero el agua era verde turquesa, invitante, el fondo se veía clarito sin dificultad, en el cielo azul se veían las famosas tijeretas y fragatas que habitan la isla, son las dueñas del lugar.

Hace un par de años se instaló un centro de visitantes a cargo de la ANAM en El Crial, la playa más grande y que está mirando hacia la costa. El centro tiene guarda parque a cargo y está ahí con el objetivo de controlar a los turistas, buzos y campistas que llegan a visitar. ANAM cobra por la visita: B/.4.00 por persona, los cuales se pagan en el centro de visitantes.

Me dijo Bolocho que a veces se ven ballenas jorobadas, cachalotes, delfines y hasta tiburón ballena, orcas y yubatas que emigran desde las frías aguas del Polo Norte y Sur hacia los cálidos mares del trópico para aparearse, espectáculo marino apreciable año a año desde Isla Iguana, rogué por ver algo, pero creo que la emoción fue mucha, hubiese podido morir al verlo.

También anidan las tortugas, sobre todo entre septiembre y diciembre y habitan iguanas verdes y negras que muy poco se dejan ver por los humanos. Lo que sí logramos ver fue a unos merachos, esos si no le tienen miedo a nada!

Exageraría si escribiera que vimos un millón de Cangrejos Ermitaños, Mangotes, Kikirikakiris, el fantasma y los Concholí, pero indudablemente así fue, tenía que ver bien la arena para no pisar alguno, eran billones, de todos los tamaños y colores.

La isla esta completamente deshabitada, es un área protegida, con el arrecife de coral más grande del golfo de Panamá con 16 hectáreas. Hay multas por pisar corales, o tratar de llevártelos, tampoco puedes dar de comer a los animales en derredor, hay que tener extra cuidado con la basura y llevártela a tierra firme, los yates también tienen sus reglas, no pueden encallar cerca de la playa ni encima de los corales.

Había leído que el mar en verano se pone feo y con grandes olas, pero suerte tuvimos que estaba sereno al menos del lado de Playa Crial. En esa misma playa llegaron unos peces gorditos y grandes de color gris que no pude distinguir, pero pasaban muy cerca de nosotros, logramos ver cuatro de ellos; en Isla Iguana  hay 11 especies de corales de unos 4,800 años de edad y aproximadamente 542 especies de peces.

Leo sopló una cama inflable en la que más tarde harían una sesión de fotos con Becerro. Livia y Vlad se ofrecieron a darnos el recorrido por los senderos.

Nos lavamos los pies en una llave de agua antigua y empezamos la corta caminata: el primero en tomar fue el sendero del Faro, en el camino Leo y yo logramos ver unos merachos y prestábamos atención a cualquier sonido, a ver si teníamos suerte, pero nos topamos fue con una manada de cangrejos por todos lados, que nos asustaban con sus sonidos. Pude notar que los árboles tenían raíces extrañas, me atrevo a decir que son restos de manglar seco, o que son lo que quedo de algún ecosistema de manglar de hace muchos años. Pasamos por uno de los cráteres que alguna vez dejaron los estadounidenses al tomarse Isla Iguana en los años 40 para practicar tiro al blanco, aviones militares soltaban bombas que caían sobre la isla y los arrecifes a su alrededor 🙁

Se dice que muchas de esas bombas no explotaron y hace unos años dos de las más grandes fueron explotadas controladamente. Fácilmente se pueden ver los cráteres al recorrer la isla, incluso en el centro de visitantes de la ANAM tienen un mapa interactivo en el cual se ven claramente los cráteres dejados, testimonio de la ignorancia de aquellos militares y de la falta de responsabilidad de quienes tendrían que limpiar esos antiguos campos de tiro en nuestro país, pues no solo lo es en isla iguana, sino en muchos otros lugares.

Llegamos a la playa del Faro y era aún más hermosa que Playa Crial, angosta, imponente, el mar estaba furioso, grandes rocas negras se levantaban a un lado, más allá se veían unos cactus inexplicables, en el cielo sobrevolaban las tijeretas, fragatas, pelícanos, pájaros bobo, entre otros. Estaba paralizada, tomamos algunas fotos y nos sentamos en una de las piedras, sobre las cuales había miles de babosas, las despegaba de las piedras para verlas más de cerca y ellas me saludaban con sus antenas viscosas.

Al regresar por el sendero vimos árboles de naranjilla, el Panamá, el carate, el guácimo, el balso, mamón, marañón curazao, ciruela, guayaba y coco. Se dice que en la zona costera de la Isla hay más de 400 hectáreas de manglar donde dominan los mangles colorados, blanco, negro, salado.

Fuimos al centro de visitantes desde el cual hay una vista hermosa, ahí conversamos buen rato con uno de los guarda parques que nos contó que hace poco habían visto un cachalote y que esa mañana había pasado una iguana negra muy cerca, nos enteramos de que la isla fue declarada como Refugio de Vida Silvestre en 1980 a través de un Acuerdo Municipal y la asociación con el Consejo Internacional de Protección de las Aves (CIPA-Panamá) y con la ayuda de moradores de Pedasí, lucharon contra intereses que buscaban privatizar este importante centro ecológico y turístico y entonces crearon el refugio de vida silvestre Pablo Arturo Barrios, que incluye el área costera y el mar frente a Isla Iguana, permitiéndose específicamente la pesca artesanal pero prohibiendo la pesca de arrastre y de grandes barcos camaroneros.

Al salir del centro de visitantes tomamos el Sendero de Anidación rodeado de palmeras y en el cual en cierto punto el olor a excremento de aves era intenso, allí estaban anidando las fragatas, hacían un sonido fuerte y gutural, las que estaban sobre las ramas tenían un globo rojo bajo su pico, señal de apareamiento, fue hermoso verlas tan de cerca.

Montamos la lancha y ya en alta mar, Bolocho dio la orden de tirar la caña de pesca y tiramos otra de nuestro lado, ni 10 minutos andando y Vlad pescó un atún, pero se le escapo 🙁 más adelante Leo tenia en su mano la otra caña y sintió la presión, un hermoso pez atún de unas 4 libras…nuestro equipo iba ganando: Becerro, Yara y yo celebrábamos, 1 a 0. Seguimos probando suerte. Tenia en mis manos el nylon y sentí que algo haló fuertemente y casi me corta los dedos, era otro pez, idéntico al anterior, qué alegría, Leo lo sacó, que triunfo por haber pescado dos peces. Bolocho solo se reía de nuestro pobre triunfo.

El sol nos despedía con sus últimos destellos de la tarde, era hermoso, se veía tan cerca y palpable, redondo, anaranjado…

Nos fuimos a la casa llenos de pescado y con una hermosa experiencia que en lo personal pienso repetir, Isla Iguana es un paraíso accesible que más conocen los extranjeros que los panameños, atrévete a ir, no te vas a arrepentir.

Importante

Es posible ir y venir el mismo día, pero si quieres pasar la noche hay que acampar. Hay un refugio al lado del centro de visitantes, donde se puede dormir y también se puede acampar en la arena. Se permite hacer fogatas, pero sólo se puede usar leña de playa, no se deben cortar árboles ni ramas, ni siquiera secos.

Hay un pozo de brocal detrás de la casa del guarda parque, pero el agua es más bien salobre y no apta para beber. Trae tu propia agua y comida desde tierra firme, en Pedasí se puede conseguir todo lo que haga falta. Recuerda llevar protector de mosquitos.

Desde la Ciudad de Panamá por vía aérea diariamente, en 35 minutos hasta la Ciudad de Chitré en la Provincia de Herrera. En auto también desde la Ciudad de Panamá, a través de la Carretera Panamericana hasta la Ciudad de Chitré en cuatro horas, de allí a la ciudad de Las Tablas y luego al poblado de Pedasí en aproximadamente una hora. Luego de estar instalado en Pedasí es necesario trasladarse hasta la desembocadura del Río Pedasí y tomar una lancha o bote que en veinte minutos lo llevará a Isla Iguana.

El poblado de Pedasí es el más cercano a Isla Iguana y posee alojamientos, restaurantes y alquiler de lanchas, también puede hospedarse en las Tablas y después dirigirse hasta Playa el Arenal en Pedasí.

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Los Cangilones de Gualaca, Chiriquí

Hace poco visitamos los Cangilones de Gualaca, atractivo turístico del distrito de Gualaca en la provincia de Chiriquí.

Estaba lleno, había bicicletas y muchos carros en el improvisado estacionamiento pues a este balneario al parecer acuden muchos nacionales y extranjeros a disfrutar de las aguas cristalinas del río Estí y de las maravillas de la naturaleza al esculpir las piedras que forman este manantial. El río Estí nace a más de 1,000 metros de altitud y desemboca en el río Gualaca, ambas corrientes confluyen en el río Chiriquí.

Nadie en el distrito de Gualaca sabe de dónde surge el nombre ni su fecha, pero muchos piensan que es por la forma natural en que el río Estí se encuentra antes de llegar al poblado, son como grandes desfiladeros de piedra, cualquiera diría que se trata de una construcción hecha en concreto, pero no, se trata de gigantescas rocas en ambos costados del río y que en algunos puntos se forman piscinas en forma de grandes ollas.

Especialistas creen que el manto rocoso se formó en la última erupción del volcán Barú y que por el lugar corría la lava y quedó formado de la manera en que hoy lo encontramos. (Diccionario de la lengua española: cangilón “cada uno de los recipientes atados a la rueda de una noria que sirve para sacar agua de pozos y ríos”.)

El significado ilustra un poco a la realidad, pues en la parte superior hay una gigantesca superficie rocosa que contiene una gran noria o piscina, en donde la mayoría de los bañistas gustan darse un chapuzón.

Luego se forma un canal estrecho y profundo por donde corren veloces las aguas hasta desembocar en otra noria. Al final se observa un pequeño canal que termina en un “charco” de frescas aguas.

En nuestra visita, algunos moradores nos explicaron que el balneario estuvo provisto de vestidores, pero las crecidas del río afectan la preservación de las estructuras, debido a que durante la estación lluviosa la fuerza de la corriente es muy fuerte y arrasa con lo que encuentra a su paso.

Cabe destacar que el balneario también esta provisto de escalinatas que permiten el descenso desde la carretera hacia la parte baja del balneario o nivel del río. Esta zona es casi plana, en donde su suelo también presenta una composición rocosa y en algunas zonas se presentan escalones naturales de piedra permitiendo el acceso al río.

Hay que tener mucho cuidado de no saber nadar, los niños deben estar con adultos o protegidos con salvavidas, pues me atrevo a decir que no es un río apto para niños. Muchos lugareños hacen competencias de sus destrezas en clavados al tirarse desde las altas paredes rocosas hacia el profundo río.

Vimos un pequeño puente para pasar de un lado al otro del río ya que de no saber nadar y querer llegar al otro lado, esa es la vía.

En el lugar no hay venta de comidas, así que lo mejor es llevar su merienda desde cualquier supermercado que encuentre en el área, recuerde siempre recoger su basura al retirarse. Hay unos baños que pueden servir de ayuda para cambiarse, pero nada mas, los residentes reclaman a las autoridades que inviertan en la construcción de ranchos, baños y áreas de esparcimientos dentro del lugar para que sea visitado por más personas; hace unos años se construyeron algunas instalaciones que con el transcurrir de los años y bajo la mirada de las autoridades locales y provinciales se han perdido.

Hay autobuses de Gualaca de David. Pregunte al conductor del autobús si pasa por Cangilones y que lo deje en la intersección de la derecha, a partir de ahí, se trata de un kilómetro a pie hasta la Cangilones.
Alguien en Boquete me dijo que es posible tomar un autobús a Caldera y luego un autobús o taxi de ahí a Gualaca, pero aseguran que es mejor irse a David y de ahí tomar el autobús a Gualaca.

Si vas en auto, se llega por la vía Transístmica Chiriquí-Bocas, se gira a la izquierda, justo después de pasar el coliseo deportivo Bracy Randolph. Aunque la carretera no está asfaltada, se puede llegar en vehículos pequeños hasta el lugar.

Es importante mencionar que este balneario no presenta contaminación por desechos sólidos ni vertido de aguas residuales, por lo que es importante mantener el sentido de conservación y buen manejo de los desechos.

Para los gualaqueños, este es uno de los principales sitios turísticos, y no se debe mantener en el olvido, ya que pareciera que sólo existe en épocas de verano. La verdad es que si para los gualaqueños, Los Cangilones es un patrimonio del distrito, para muchos de nosotros es un sitio en donde se respira paz, se observa un buen panorama, y un ambiente agradable y puro.  Motivos éstos por lo que se considera que hay que hacer algo para rescatar un sitio histórico y turístico como lo es “Los Cangilones de Gualaca”.

Finalmente, invitamos a que quienes no conocen este bello lugar, lo visiten y puedan refrescarse en sus claras aguas y pasar un momento agradable e inolvidable.

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Un paseo por Gamboa

El origen de Gamboa está asociado a la construcción del Canal de Panamá. La zona se empezó a poblar en 1911 con casas y cabañas a orillas del río Chagres para los trabajadores que construían el Canal de Panamá, donde después residieron militares de Estados Unidos hasta 1999.

Cuando niña lo único que conocía de ese lado era el Parque Municipal Summit, recuerdo al lagarto Juancho que hace unos años murió, y otro par de animales de la selva panameña.

Gamboa está situado en una curva aguda del río de Chagres en el punto que alimenta el lago Gatún. Justo al sur de Gamboa, el lago Gatún y el río Chagres se encuentran con el Corte Culebra (Corte Gaillard), donde el Canal atraviesa la Divisoria Continental. Por lo tanto, aunque Gamboa está más cerca del lado pacífico de Panamá, su cuenca está en el lado Atlántico. Una vez pasas el puente estás en la provincia de Colón.

Un solo carril de hierro y puente de madera cruza el Chagres y es el único acceso por carretera a Gamboa. Este puente todavía está en uso hoy. Los vehículos que esperan pasar el puente deben esperar a que un semáforo de señales, ya que sólo es capaz de proporcionar espacio para un carril de tráfico a la vez. En diciembre de 2010, este puente fue el sitio de las inundaciones masivas y de las enormes islas flotantes que pasaron bajo el puente, con árboles golpeándolo violentamente, lo que llevó al cierre temporal del Canal de Panamá y ya se encuentra en gestión un nuevo puente.

Una vez, siendo una adolescente, caminé con algunos amigos desde Summit hasta el Sendero el Charco que está a uno 5 minutos en auto después de pasar Summit.

Por El P. M. Summit hay dos lagunas separadas por una carretera de piedras, buenísima para observación de aves. Las lagunas son pantanosas y hay caimanes en ellas, así que no son aptas para bañarse, considero que son solo para observación o sacar buenas fotos. Están ubicadas justo al frente de Summit, en una calle que baja hacia la línea del ferrocarril, se sigue hasta ver una garita fronteriza, de ahí se camina a la izquierda y se encuentran las lagunas.

Gamboa está a 32km de la ciudad de Panamá y 25 km desde Arraiján. Es un lugar donde llueve mucho, la precipitación es elevada, pero nada más con llegar al puente de madera, por el que pasan autos y el ferrocarril, caminar sobre él es toda una experiencia, más aún con el paisaje exótico.

Antes de llegar al puente hay un pequeño muelle donde se puede pescar o simplemente quedarte un rato allí si te conformas con observar. También salen diferentes tours a las islas cercanas, como Isla Monos o Isla Barro Colorado.

En el sendero el Charco hay que tener suerte, la mayoría de las veces está sucio, lo bueno es que tiene un rancho con una parrilla en donde puedes improvisar, baños y acceso fácil con barandales y hasta sillas para descansar, con suerte entras gratis, a veces hay guarda parques que cobran pues ésta es una instalación de la ANAM y forma parte del Parque Nacional Soberanía.

Toda el área de Gamboa es perfecta para la observación de aves.

Dentro del P. N. Soberanía y en Gamboa, también se encuentra el Camino del Oleoducto, el Camino de Plantación y muy cerca, parte del Camino de Cruces.

Dentro del parque se encuentra una estación de investigación científica operada por el Instituto Smithsoniano​ y el Gamboa Rainforest Resort, un hotel ecoturístico.

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