Luego de esperar los todo terreno en medio de una tertulia torrijista, abordamos los autos y nos fuimos rumbo a la montaña. Ya caÃa la noche y los locales me decÃan que iban cuatro dÃas de lluvia pertinaz.
En el camino, con un fondo de Ulpiano Vergara, le comentaba tantas cosas al conductor “Fulo” en medio de mi emoción, que bajó el volumen y empezó a hablarme de su preocupación por la deforestación, en base a que la quema “de maldad” que hacen algunas personas al área de los pinos. Ya oscurecÃa casi por completo y en medio de la calle de piedras, saltaban conejos muletos (Sylvilagus brasiliensis) y aves motmot (Momotus momota) se escondÃan en sus refugios.
Procedimos a armar el campamento y a encender las parrillas, que al final resultaron ser tres, de las cuales todos comimos. Al mirar al cielo, el firmamento estaba estrellado, agradeci ampliamente pues con esto, las probabilidades de lluvia al dÃa siguiente eran pocas, y asÃÂ lo fue.
Iniciamos la marcha a las 6:30am, tenÃÂamos una idea breve de lo que nos esperaba, 14km y medio de camino difÃÂcil, dividido entre Cerro Escobal y Cerro Marta.
Bajamos al rÃo Tigrero, lo atravesamos e iniciamos el camino hacia Cerro Escobal con rumbo al mirador, ahà nos topamos todos pues algunos se adelantaron, mientras Macedonio venÃa con el resto del grupo. A mi me salió “El Francisco”; el más de un año sin caminar como Dios manda, ¡Vaya loma!
Bajamos Escobal y caminamos por un bosque de galerÃa en los alrededores de un potrero que culmina en un valle desde el que se veÃan claramente los cerros Marta y Juan Julio. En el potrero habÃa un árbol de guaba, la Naturaleza siempre provee.
Como medida alterna, para garantizar la seguridad en la zona, se solicitará la revisión de las maletas.
De igual forma, la entidad realiza recomendaciones a los guÃÂas y turista, las cuales deben cumplirse:
1.Los desperdicios que generen no se deben dejar en el área protegida (Los guÃÂas se llevan la basura de su grupo para depositarla en un lugar adecuado o las dejan en el puesto de control, previa en coordinación con el Municipio). 2.Utilizar ropa y calzados apropiado, llevar el equipo adecuado para el lugar. 3.Cuidar los rótulos y las infraestructuras, evitando rayarlos o deteriorarlos. 4.Prohibido capturar, acosar, matar o herir a los animales silvestres. 5.Prohibida la extracción de laàvegetación, sólo se permite colecta para estudios cientÃÂficos, con permiso previo de MiAMBIENTE. 6.Las armas de fuego no se permiten dentro del parque. 7.Las caminatas en el bosque no deben perturbar el ambiente natural. 8.No fumar en la zona protegida. 9.No desviarse del camino o sendero. 10.Prohibido subir o entrar al PNVB y PILA, si las condiciones del tiempo no son favorables.
¡Wow! Una gira espectacular. Aunque nuestros amigos siempre exigen caminos más difÃciles, disfrutaron la India Dormida como nunca. Flor del Aire nos acogió y regaló un clima espectacular que nos permitió disfrutar de la vista.
Avistamos los cerros circundantes: Cerro Gaital, Cerro Pajita, Cerro Caracoral, en lo que se conoce como Las Tres MarÃÂas; además el Cerro Cariguana, a lo lejos el Cerro Picacho y las montañas de Valle Chiquito.
A pocos metros de la carretera, vÃÂa Colón, a unos 18 kilómetros de la ciudad de Panamá, está la Finca Agroforestal Las Conchas, un destino verde y cultural.
Finca Agroforestal Las Conchas tiene mucho que ofrecer, entre ellos su nombre que proviene de la gran cantidad de conchas, más bien fósiles, lo que nos indica que Panamá emergió del mar hace millones de años.
Hace 21 años(al 2020), los agricultores que trabajaban la tierra de forma clandestina en la comunidad de Chilibrillo, corregimiento de Chilibre, decidieron organizarse para sacarle un mejor provecho a la actividad y obtener mejores ingresos económicos.
En la terminal tomamos el autobús de Chame sin ningún percance. Luego de poco menos de 20 kilómetros de recorrido, llegamos a Sorá, pueblo de personas amables rodeado de belleza exuberante de montaña, con un clima casi siempre fresco y delicioso. Muy cerca de esta comunidad se encuentra el complejo de casas de campo ââ¬ÅAltos del MarÃÂaââ¬Â al cual para acceder es necesario poseer permiso si no eres residente.
La vista, grandiosa. Filipinas de Sorá nos recibió con salpiques verdes y azules, un lugar tranquilo, lleno de aves semilleras, y de fondo, como para matizar, el inconfundible cerro ChichibalÃÂ, que marca los lÃÂmites entre los distritos de Chame y Capira.
De ahàpasamos a la siguiente cascada luego de subir una loma imperceptible. Divisamos un salto de unos 15 metros de altura, muy hermoso y con un pilón de agua fresca y frÃÂa.
Estuvimos ahàhasta no muy tarde por el mismo inconveniente del transporte. Caminamos de vuelta y vimos el pickup pero se dirigÃÂa hacia montaña adentro, no hacia Sorá. Decidimos empezar a caminar un poco y más adelante nos encontramos con cazadores furtivos y muchos perros dispuestos a cazar.
En nuestra caminata vimos la construcción de una próxima finca Melo en el área de Filipinas, luego de subir y bajar algunas lomas, nos topamos con una hermosa serpiente Pseustes poecilonotus de más de un metro, mejor conocida como “pajarera” que cruzaba apacible la carretera de piedras y aprovechamos para sacarle algunas fotos a ese divino ejemplar.
Spilotes pullatus
Más adelante escuchamos un auto, el mismo 4×4 que habÃÂamos visto hace tiempo venir bajando de la montaña y aprovechamos para pedirle el ââ¬Åboteââ¬Â hasta Sorá, que muy amablemente nos cedieron, siempre y cuando àpudieran ir guidando de las ventanas del auto pues dentro estaba repleto de gente, y asàfue como llegamos a Sorá a buena hora y felices de la aventura del dÃÂa.
De regreso nos bajamos en el Nanzal y aprovechamos para caminar hasta Los Cajones, otra maravilla natural del área, pero ya se hacÃÂa tarde y empezaba a llover, asàque decidimos dejar esta aventura para luego.
Seguimos dándonos cuenta que nunca dejaremos de recorrer Panamá y sus senderos, sus rincones escondidos que guardan secretos y leyendas. Solo basta preguntar y siempre los lugareños te van a señalar con el dedo o con la boca algún lugar perfecto a visitar.
Es uno de los lugares preferidos por las personas que aman hacer avistamiento de aves. Se encuentra dentro del parque nacional SoberanÃa, a media hora en auto desde la ciudad de Panamá.
Para poder llegar es necesario conducir en la vÃa hacia Gamboa y prestando atención a las señales que indican la entrada del Camino de Plantación. Se puede llegar en autobús tomándolo en la terminal de Albrook, Ruta Gamboa en BahÃa D, y bajándose en la entrada del sendero.
Ruta de Metrobus desde Terminal de Albrook
5:15 am 7:50-10:20-12:30-2:40pm y el último a las 4:40pm
Sábados 9:00-12:00 y el último 4:35
Domingos 8:00-12:00 y el último 4:10
El Camino de Plantación tiene una longitud de aproximadamente 7 kilómetros que se caminan en 3 o 4 horas de ida y vuelta.
Si te interesan las plantas, el camino de Plantación (como su propio nombre lo dice) es tu lugar. Gran cantidad de vegetación, árboles grandes, arbustos y plantas herbáceas, helechos, inflorescencias; incluso algunas especies han sido marcadas con sus nombres para ser reconocidas. Las veces que he ido he podido notar muchos Nazareno (Peltogyne purpurea), Cuipo (Cavallinesia platanifolia), zamias, muchas lianas, hongos por doquier.
Alguna vez estuve por el camino con amigos, vimos unas lianas, y probamos a guindarnos como Tarzan, estuvimos en eso bastante tiempo, la liana siempre pudo con nuestro peso.
Se dice que este camino y su selva secundaria era utilizado por militares estadounidenses para entrenar militares latinos.
Purple fruitcrow o Querula purpurata
La entrada tiene un valor $3.00 USD para adultos nacionales y $5.00 USD para adultos extranjeros aunque a veces no hay nadie en la entrada.
Una guía de turismo ecológico en Panamá, dedicada a descubrir ríos, montañas, senderos y aventuras en la naturaleza. Ideal para los amantes del aire libre y la exploración rural.