Su forma es llamativa, diferente. Picos puntiagudos y son varios, ningún cerro en Panamá se asemeja. Soy de las que se pregunta siempre: ¿Cómo se formó esto?
Bien,
En cuanto a edad geológica, en el Jurásico Superior se inician las primeras actividades volcánicas submarinas que dan origen al Istmo de Panamá. Se inician las intrusiones graníticas en lo que serán luego las Serranías de Chiriquí, Macizo de Canajagua, Sierra Llorona de Portobelo, Cordillera de San Blas y Tacarcuna, Montañas de Chimán y Darién.
En el Cretáceo, las rocas más antiguas del Istmo de Panamá las encontramos en las Penínsulas de Las Palmas y Azuero, en el lago Gatún, Cordillera de San Blas, Serranías de Majé y El Sapo.
En el Paleoceno y Eoceno, continúa la formación del Istmo de Panamá, pero en mares poco profundos.
En el Oligoceno, se da una intensa actividad volcánica en la parte Septentrional de América Central. Formaciones como Santiago y Montijo (Veraguas). Cerro Bombacho (Los Santos) Uscar (Bocas del Toro). Bohío, Emperador, Culebra, Cucaracha y Caimito (zona del Canal).
En el Mioceno, grandes cuencas de sedimentación en las actuales tierras bajas de Panamá y Costa Rica. Levantamiento rápido de las Cordilleras de Talamanca y Serranía del Tabasará. El istmo de América Central estaba totalmente revelado. A este período corresponden las rocas sedimentarias más importantes encontradas en Panamá. Formaciones: Mont Hope, Chilibrillo, Gatún (Zona del Canal), Tuira, Chucunaque y Topaliza (Darién). Laguna de Chiriquí, Península de Valiente, Gatún, Uscar (Bocas del Toro). Santiago (Veraguas).
Y aquí es donde llega el Plioceno, para mi, uno de los tiempos geológicos más importantes ya que se termina de cerrar el Istmo de Panamá, separando el Mar Caribe del Océano Pacífico.
Grandes movimientos horizontales lentos que se producen para formar cordilleras y epirogénicos o movimientos verticales que generan solevantamiento (Levantar algo empujando de abajo arriba) y hundimiento de bloques. Las regiones de América Central Ístmica e Insular quedan perfiladas en sus contornos actuales. Los volcanes Barú y El Valle muestran gran actividad. Grandes flujos de lava forman el cerro de Chame y los Picachos de Olá.
Los Picachos de Olá, son domos de lava dacítica, que es la parte más superficial de la columna magmática de un volcán; se genera después de que el magma viscoso sale del conducto volcánico, se acumula y tapa el cráter. La edad de los Picachos varía entre 1,9 a 1,7 Millones de años.
Como escribí anteriormente sobre este sitio, cito:
Producto de estos choques de placas en donde una se metía debajo de otra se dieron fusiones del manto terrestre provocando fisuras por donde se logró colar el magma hacia el exterior originando una cadena de eventos volcánicos que facilitó el emerger de islas volcánicas que lograron interconectarse formando el territorio firme del Istmo de Panamá.
Cerro Picacho por consiguiente se formó como parte de este proceso dado su origen volcánico. Como es una extensión al sur de la Cordillera Central en donde se encuentran las montañas más viejas, se calcula que su edad geológica es más reciente, y su desarrollo tuvo lugar hasta los inicios del Pleistoceno.
El Picacho tuvo una forma cónica al principio como cualquier volcán pero debido a la naturaleza violenta de sus erupciones volcánicas, éste fue destruido dejándolo inactivo y en la forma actual.
Al llegar a la entrada lo distingues por un pequeño banner a orilla de calle, debes pagar 2$ por persona y hay donde aparcar autos.
Calle en buenas condiciones
El ascenso inicia bordeando algunas casas y casi de inmediato inicia un abrupto ascenso sobre roca suelta y paja a los lados, que en cierta época, al existir la paja da la sensación de ir entre matorrales pero en otra época del año cuando no hay, puede ser muy peligroso, al punto que en el cerro han habido accidentes de grandes caídas y muerte.
Recomiendo ampliamente hacer el ascenso en la mañana o en la tarde, nunca en horas donde el sol pegue de forma completamente directa ya que aquí no hay donde resguardarse y el calor puede ser letal.
En términos de tiempo, es corto. Se puede subir en menos de 1 hora. La vista desde la cima es impresionante. Los atardeceres y amaneceres en este lugar valen demasiado la pena. En la cima hay un pequeño espacio plano para descansar.
Al bajar, hazlo con paciencia, cero apuros. Un mal paso y puede ser fatal. Si tienes trekking poles, no dudes en llevarlos, si no, consigue un palo largo o pídelo en la entrada.
Recomendaciones: – Agua – Bloqueador solar – Lunch – Siempre lleva algo dulce – Gorra – Zapatillas con buenas suelas. – Ropa holgada.
Disfruta la vista y ojalá leas esto antes de visitar el sitio para que puedas imaginar todos esos movimientos orogénicos del pleistoceno.
Hace poco visite junto a un grupo de amigas, una isla que venía rondando en mi cabeza hace muchos años, ya que mi abuela paterna vivió su infancia allí: Otoque.
Salimos temprano rumbo a Punta Chame, donde comenzamos el día con un delicioso desayuno en un restaurante frente al mar. Esta zona siempre me resulta muy curiosa: destaca por sus vibrantes colores en los locales, la variedad de restaurantes y hostales, y, por supuesto, la impresionante vista que ofrece del lado Pacífico y de las montañas del Parque Nacional Altos de Campana.
Mientras saboreábamos el café, Mateo ya estaba preparando la lancha. Todo indicaba que nos esperaba un gran día.
Punta ChamePlaya de Pta Chame
Playa de Punta Chame
Subimos a la lancha con un mar tranquilo, bordeando la punta para luego dirigirnos a Otoque. El paseo es genial. El mar profundo y azul eléctrico.
Los recuerdos de momentos especiales se graban en la memoria como postales vivas. En mi caso, no solo recuerdo paisajes: también los olores, sabores e incluso los estados de ánimo que me acompañaban. Siempre llevo canciones en la cabeza, como si fueran parte del equipaje; una de ellas es Wicked Game de Chris Isaak, que me sigue como una melodía de fondo en mis caminatas.
Este cerro está ubicado en la provincia de Coclé, en el encantador Valle de Antón, un lugar donde la oferta turística parece no tener fin. Aquí, la naturaleza y la aventura se entrelazan en cada rincón, regalando experiencias únicas para quienes buscan reconectar con lo esencial.
El ascenso al cerro Cariguana es una experiencia que se adapta a tus posibilidades. Si cuentas con un buen 4×4 y un conductor experimentado, puedes llegar hasta la caseta donde inician los pinos. Si no, puedes dejar el auto al inicio del camino de piedras y empezar la caminata desde ahí; los taxis también te pueden dejar en ese punto.
Desde la entrada del camino de piedras, la caminata toma aproximadamente una hora y media, aunque, como siempre, depende de la condición física de cada persona. Si subes en 4×4 hasta la caseta, desde allí solo te tomará unos 30 minutos llegar a la cima.
Todo el sendero es de ascenso, pero agradable: rodeado de árboles que ofrecen sombra y un ambiente fresco. Al final, se abre una llanura rocosa que te conduce a un impresionante precipicio, por lo que es recomendable llevar protección solar.
La vista desde la cima es simplemente espectacular, una de las mejores del Valle de Antón, solo comparable con la del Cerro India Dormida. Desde aquí se observa el río Antón y se distinguen claramente las imponentes Tres Marías: el Cerro Pajita, el Cerro Gaital y el Cerro Caracoral.
La pandemia del Covid-19 dejó una huella profunda en nuestras vidas, impactando tanto nuestra salud física como mental. Hubo un momento en que ni siquiera sabíamos si podíamos salir de casa legalmente, y si alguna vez pensamos que todo terminaría en 2020… nos equivocamos. Aquí estamos, en pleno 2021, y la historia continúa.
Pero si algo no puede faltar en medio de la incertidumbre, es la esperanza. Especialmente para quienes vivimos en Panamá, un país donde viajar y volar es un privilegio que pocos pueden permitirse.
Vista hacia el Río Chagres desde el parque del hotel
Y fue justamente en uno de esos breves respiros de libertad —ese espacio que nos concedieron en noviembre, tras la devastación causada por el huracán Eta en Tierras Altas— cuando decidimos hacer algo por el alma. Después de dejar nuestras donaciones con el corazón en el Parque Omar, tomamos nuestras mochilas, algo de agua y muchas ganas de respirar aire puro… y nos escapamos a Gamboa.
Y qué refrescante fue esa escapada. Pero, ¿y si les cuento que al llegar tuvimos un pequeño susto? Resulta que el hotel principal del Gamboa Rainforest Resort estaba funcionando como “hotel hospital” para la Policía Nacional por temas relacionados con la Covid-19. Por un instante sentí que el virus nos seguía hasta en la selva… pero no fue así, por suerte.
Este lugar es mucho más que un hotel: es un verdadero centro de exploración natural. Entre sus áreas de esparcimiento están el Santuario de Perezosos, el Mariposario, el Ranario, el Orquideario, el Teleférico y hasta un tour en lancha por el canal hacia islas cercanas. Una joya escondida a tan solo minutos de la ciudad.
Nosotros optamos por visitar el Santuario de Perezosos, con una parada en el Mariposario, el Ranario y el Orquideario. La elección fue fácil: Francisco, nuestro pequeño explorador amante de los animales, estaba emocionado solo de imaginar ver un perezoso de cerca. Y la verdad, la experiencia superó las expectativas.
Y sin duda, lo disfrutamos en grande. Luego de tanto tiempo sin poder hacer más que lo que el patio permite y esto dando gracias al universo. Poder disfrutar de la vista hacia el Río Chagres en una tarde soleada pero fresca.
Mi hijo no paró de correr por toda la exhibición. La emoción era tanta que hasta lloró y armó una pequeña pataleta —de esas que solo un niño genuinamente fascinado puede tener— al ver tantas mariposas volar a su alrededor, escuchar las ranas cantar y maravillarse con los curiosos movimientos de sus animales favoritos: los perezosos.
En el Santuario, manejado por la Asociación Panameña para la Conservación, pudimos ver dos especies distintas de perezosos. Fue una experiencia mágica para él… y, para ser sinceros, también para nosotros. Hay algo profundamente especial en ver a un niño conectar tan intensamente con la naturaleza, sin pantallas, sin filtros, solo pura vida frente a sus ojos.
En este recorrido también tuvimos la suerte de observar aves poco comunes en el día a día, como el Flame-rumped Tanager o Tangara flámigera, y el Green Honeycreeper, conocido como Mielero verde. ¡Una verdadera joya para los amantes de la naturaleza y la observación de aves!
Una de mis grandes aficiones es la jardinería. Sembrar, cuidar, ver cómo una planta crece… es algo que me llena el alma. Y entre todas, mis favoritas son sin duda las orquídeas. Esas plantas elegantes que parecen obra de arte cuando, de repente, brotan con flores tan perfectas y coloridas que te dejan sin palabras.
En esta exhibición hay decenas de ellas, junto a bromelias igualmente hermosas, todas dispuestas con cuidado para que puedas admirarlas, disfrutar de su belleza y tomarles todas las fotos que quieras. Para alguien como yo, fue un pequeño paraíso dentro de la selva.
Costo (precios especiales por reapertura tras la pandemia)
Adultos: $10
Niños: $5
Bebés o niños menores de 4 años: ¡Gratis!
Nota: El recorrido no incluye guía.
Recomendaciones
Lleva suficiente agua para el camino.
Empaca algunos snacks o comida ligera para merendar al salir.
No olvides el repelente para mosquitos… ¡hay muchos!
¿Cómo llegar?
En autobús: Desde la Terminal de Albrook, puedes tomar un bus con dirección a Gamboa. Sale aproximadamente uno por hora y el trayecto toma cerca de una hora. El costo es de aproximadamente $1.50.
Consejo: Si no conoces la zona, avísale al conductor que vas hacia el hotel Gamboa Rainforest Resort; es una de las últimas paradas.
En taxi: Consulta el precio antes de abordar. El costo por viaje ronda los $30.
En auto propio: Si prefieres conducir, aquí te dejamos un mapa (inserta el enlace o imagen del mapa en tu blog). http://www.gamboaresort.com/es/actividades
Nariño Aizpurúa nació en Volcán, Tierras Altas chiricanas. Lo conocàhace casi 10 años y apenas intercambiamos palabras, hicimos una gran amistad, al punto que cariñosamente le digo “papá”. Vi con admiración el crecimiento de sus hijos, a los que crio al filo de la naturaleza, en el arte de la escalada y rápel.
Actualmente lleva 360 ascensos al Volcán Barú y no conozco a nadie que lo haya subido más. Se caracteriza por su espÃritu jovial y profesionalismo en el Ãrea de montañismo, senderismo, rápel y arborismo además de ser lÃder scout desde hace muchos años.
Con el tiempo, constatamos que La Gloria es la cascada registrada más alta de Panamá Oeste y forma parte de un afluente del rÃo CiràGrande, cuenca del Canal de Panamá.
Una familia tranquila y trabajadora es la que custodia esta maravilla y salen adelante cultivando la tierra y ahora con el turismo ecológico, que para ellos, es sostenible.
Esta vez fuimos a conocer con nuestro guÃa local Miguel, Cascada La Escondida donde quedamos maravillados. TenÃa ganas de jalar a todos a bañarse en ella; el agua color verdeaqua y sobre la misma entra un rayo de luz que lo convierte todo en magia, y al bañarte, sales lleno de energÃa.
Nuestra amiga cubana le dio un poco de miedo y prefirió quedarse del otro lado de la cueva, pero al rato venÃa con Rey que habÃa ayudado a traspasarla, superando su miedo. Quedó sorprendida al ver lo que se iba a perder.
Durante muchos siglos los seres humanos hemos usado nuestro poder e inteligencia para destruir o modificar la naturaleza, para robarle espacio a otras especies y constituirnos en el centro de la evolución. Pero hay un lugar en el que seguimos siendo seres indefensos y vulnerables, y donde nuestro instinto de sobrevivencia más primitivo (ese que traemos desde los primeros dÃas del Homo Erectus) puede salvarnos. Un lugar de peligros y leyes inexorables: la selva. – Irving Bennett, Explorador panameño.
La lista de implementos era larga, pero funcional y necesaria; recomendamos no exceder las 15 libras y dormir en hamacas, lo cual se le hace bastante difÃcil a quien no está acostumbrado.
El grupo que nos acompañarÃa serÃa de 16 personas, bastante grande para nuestro gusto. Partiendo de ahÃ, sabÃamos que el recorrido serÃa más lento.
Como siempre, revisamos la hoja cartográfica antes de partir, la misma ya va en la mente pues el área para nosotros es como la palma de la mano, hemos podido conocerla muy bien. Tiempo atrás, Rey y yo habÃamos planteado crear una nueva ruta para que la ruta vieja se la comiera la selva, cosa que ya está sucediendo. TenÃamos en mente cambiar la ruta en una parte donde aparece un acantilado.
A eso de las 10:30 pm arribamos en Guanche e inmediatamente nos bajamos del autobús, empezó a chispear. Nos despedimos de nuestro conductor estrella no sin antes advertir que de no salir antes del anochecer del domingo, estuviese alerta. Iniciamos la tÃpica caminata por la trocha hasta donde acamparÃamos.
Panamá es uno de los paÃses que cuenta con el mayor número de especies de mariposas del mundo, 1600 registradas, pero muchas se encuentran en peligro de extinción por el uso inadecuado de los mal llamados pesticidas y la deforestación.
Nosotros dilatamos un poco la visita pues con “El Francisco” y las lluvias, la cosa no es tan fácil, asàque esperamos un dÃa soleado y allá nos fuimos el domingo pasado.
Cómo llegar y horario:
Está ubicado en el Parque Natural Metropolitano y abre de martes a domingos, de 9am a 4pm. Tiene un costo de 2.50 adultos, 1.50 niños de 6 años en adelante/ jubilados y 5$ extranjeros o turistas.
Solo verlo por fuera fue sorprendente pues se podÃan divisar de lejos las mariposas morfo: esas grandes mariposas celeste tornasol que nos acompañan en los senderos.
Al entrar nos atendió una chica que nos explicó algunos datos de las mariposas más vistosas, nos mostró algunas larvas, orugas y crisálidas, es decir toda su metamorfosis y luego nos dejó explorar el sitio.
Fuimos en un dÃa soleado, muy caluroso y los lepidópteros no paraban de revolotear ¡Son sus dÃas favoritos! El sol les ayuda a reproducirse y a hacer mejor la digestión.
Vimos Heliconius, que resaltan por su color naranja contrastante con negro y son de las que se alimentan de polen.
Tuve la oportunidad de dejar caminar una oruga de Morpho peleides por mi mano, ¡sensacional!
Objetivo:
Uno de los objetivos del mariposario, construido por la empresa privada Panama Biological Supplies y cuyo mantenimiento mensual asciende a 2.000 dólares y se cubrirá con los ingresos procedentes de la venta de entradas, es crear conciencia sobre la importancia de estos insectos en la conservación del medioambiente.
Este proyecto es apoyado por la AlcaldÃa de Panamá, bajo la dirección de Gestión Ambiental, el Patronato el Parque Natural Metropolitano y por el sector privado, cuenta con la anuencia de MiAmbiente y tiene como objetivo primordial acercar la naturaleza a los ciudadanos, proveyendo al PNM de un atractivo más.
Este es el segundo mariposario que apoya la AlcaldÃa de Panamá, siendo el primero de la Comunidad Emberá Tusipono, en el Parque Nacional Chagres, denominado “Laboratorio del Mariposario”.
En mis años yendo al PNM, nunca lo vi tan lleno, lo cual es realmente fabuloso. ¿Será que al fin apuntamos hacia un Panamá Verde?
Los animamos a conocer el Mariposario Metropolitano, ya no hay excusa para no tener nada que hacer las tardes de la semana o los domingos en casa. Lleven a sus niños a conocer el mariposario, aprenderán mucho y les aseguro que será una experiencia maravillosa.
El Mariposario Metropolitano cerró sus puertas luego de la pandemia del covid 19 por falta de apoyo gubernamental y local.Â
Luego de esperar los todo terreno en medio de una tertulia torrijista, abordamos los autos y nos fuimos rumbo a la montaña. Ya caÃa la noche y los locales me decÃan que iban cuatro dÃas de lluvia pertinaz.
En el camino, con un fondo de Ulpiano Vergara, le comentaba tantas cosas al conductor “Fulo” en medio de mi emoción, que bajó el volumen y empezó a hablarme de su preocupación por la deforestación, en base a que la quema “de maldad” que hacen algunas personas al área de los pinos. Ya oscurecÃa casi por completo y en medio de la calle de piedras, saltaban conejos muletos (Sylvilagus brasiliensis) y aves motmot (Momotus momota) se escondÃan en sus refugios.
Procedimos a armar el campamento y a encender las parrillas, que al final resultaron ser tres, de las cuales todos comimos. Al mirar al cielo, el firmamento estaba estrellado, agradeci ampliamente pues con esto, las probabilidades de lluvia al dÃa siguiente eran pocas, y asÃÂ lo fue.
Iniciamos la marcha a las 6:30am, tenÃÂamos una idea breve de lo que nos esperaba, 14km y medio de camino difÃÂcil, dividido entre Cerro Escobal y Cerro Marta.
Bajamos al rÃo Tigrero, lo atravesamos e iniciamos el camino hacia Cerro Escobal con rumbo al mirador, ahà nos topamos todos pues algunos se adelantaron, mientras Macedonio venÃa con el resto del grupo. A mi me salió “El Francisco”; el más de un año sin caminar como Dios manda, ¡Vaya loma!
Bajamos Escobal y caminamos por un bosque de galerÃa en los alrededores de un potrero que culmina en un valle desde el que se veÃan claramente los cerros Marta y Juan Julio. En el potrero habÃa un árbol de guaba, la Naturaleza siempre provee.
Algunos geólogos cuentan que el Turega es uno de los tantos domos o conos del volcán del Valle de Antón, estrato volcán gigantesco y aunque los factores erosivos lo han deformado, aún sigue siendo imponente.
Nos topamos con nuestra guÃa local, Vero, que creció en las faldas del Cerro Turega y conoce de primera mano todo a su alrededor. Curioso es que en la primera visita de Vero al cerro, fue mordida por una serpiente equis; ni esto impide que ella mantenga su devoción.
La comunidad es muy celosa de su recurso natural. Para subir el cerro es necesario ir con guÃa local, además debes solicitar un permiso con el lÃder del pueblo.
El Ãrea protegida serÃa en Turega y Cucuazal como Reserva HÃdrica, pues existe una gran cantidad de bosques con fuentes de agua y manantiales que abastecen del vital lÃquido a la población rural de Pajonal, Churuquita Grande y otros corregimientos.
Salen 9 acueductos de cada cerro (Sofre, Sofre Abajo, Aguela, Turega, Churuquita Grande, etc)
El plan ya se lleva a cabo y esperamos pronto ver en gaceta oficial del 2017 pues el Ministerio de Ambiente, junto con biólogos y representantes de la comunidad, unen esfuerzos para que sea una realidad y se pueda establecer una ley que proteja la biodiversidad que se ve amenazada con potreros y ganaderÃa.
Una guía de turismo ecológico en Panamá, dedicada a descubrir ríos, montañas, senderos y aventuras en la naturaleza. Ideal para los amantes del aire libre y la exploración rural.