Una familia humilde y trabajadora es la que custodia esta maravilla y salen adelante cultivando la tierra y ahora con el turismo ecológico, que para ellos, es sostenible.
Esta vez fuimos a conocer con nuestro guÃa local Miguel, La Escondida donde quedamos maravillados. TenÃa ganas de jalar a todos a bañarse en ella; el agua color verde aqua y sobre la misma entra un pequeño rayo de luz que lo convierte todo en magia, y al bañarte, sales lleno de energÃa.
Nuestra amiga cubana le dió un poco de miedo y prefirió quedarse del otro lado de la cueva, pero al rato venÃa con Rey que la habÃa ayudado a traspasarla, superando su miedo. Quedó sorprendida al ver lo que se iba a perder y maravillada de tremenda belleza.
Siento un profundo respeto y admiración por quien fue Victoriano Lorenzo; a pesar de ser un personaje que se menciona de manera superficial en los textos escolares y solo hablan de cómo y dónde murió cuando realmente la historia es mucho más profunda. Un prócer, un mártir, un cabecilla representante de los pueblos humildes de Panamá.
Bajo Bonito es una hermosa comunidad del corregimiento de Cacao del distrito de Capira en la provincia de Panamá. Tiene una población aproximada de 357 habitantes y es un lugar rodeado de montañas.
La primera vez que fui a Bajo Bonito, tenÃa alrededor de 8 años y el viaje fue en familia: tÃos, primos, etc. En aquel tiempo cuando la chiva (transporte) bajaba las pendientes, mis tÃas preferÃan bajarse y caminar, con el miedo de que se saliera del camino.
Ella hizo muy buenas relaciones amistosas en el lugar y fue asà como los lugareños la tomaron como una nativa más, tanto asà que a su casa aún llegan personas de Bajo Bonito a hospedarse cuando vienen a hacer sus mandados a la ciudad de Panamá.
De esa forma, hace poco pude conversar con la señora Saturnina de apodo “Tunina†y le dije que querÃa regresar a esas montañas a caminar y ella me ofreció la información necesaria.
Fácil de fácil acceso no es, las “chivas†o más bien “gallineras†no salen a diario para Bajo Bonito ni mucho menos a toda hora, hay como quien dice: perseguirlas hasta encontrarlas. Ya me habÃa ido un fin de semana antes a averiguar sin encontrar resultados, luego Tunina me dijo por quien preguntar y llamar y asà fue como un viernes a la 1 de la tarde Anselmo y yo estábamos montados en una gallinera repleta de gente con productos y gasolina rumbo a montaña adentro en Capira.
Hasta Cacao la chiva se toma aproximadamente 1 hora y 15 minutos y la calle es pavimentada. De ahà a Bajo Bonito son 2 horas más en verano, dependiendo de la dificultad del terreno, pues en invierno toma más tiempo poder llegar.
En el camino se observan claramente cerros como el cerro Trinidad, cerro Ciri Grande, Altos del MarÃa y parte del P.N. Altos de Campana. La calle de pronto se cerraba por helechos que podÃamos casi tocar sacando las manos del transporte.
Nos quedamos en la cabaña de la Asociación Medalla Milagrosa en donde se reúne la comunidad para organizar sus cosechas, que cuenta con paneles solares que da electricidad hasta para 6 casas, pero preferimos ahorrar y no dañar la paz natural del lugar. Allà alzamos nuestra tienda de acampar y nos pusimos a cocinar en el fogón de leña, pues llegamos al atardecer y se hacÃa de noche.
En Bajo Bonito no hay luz, hay agua pero son pocas las casas con sistema de tuberÃas, no existen infraestructuras de alojamiento, pero hay muchos espacios en los que se puede acampar.
Luego de haber cenado y reposado nos fuimos a bañar al rÃo, que pasa por toda la comunidad, ya casi se hacÃa de noche, encontramos una charca que nos llegaba al cuello, con un espacio pequeño, digamos “personal†para nadar. Vale decir que aquà los rÃos son increÃbles, de aguas mansas y claras. Se trata del rÃo Ciri Grande, que baja por toda la comunidad de Bajo Bonito y se va ensanchando a medida que llega al lago Gatún.
La subcuenca del rÃo Cirà Grande limita al norte con el lago Gatún, al este con la subcuenca del rÃo Trinidad, al sur con la divisoria continental y al oeste con la subcuenca del rÃo Indio. Esta cuenca es parte importante del Canal de Panamá.
En Bajo Bonito hay tiendas donde venden enseres básicos como pan, arroz, carnes enlatadas, algunos snacks y jugos. El medio de transporte que predomina es el caballo, pocos carros 4×4 y los pies para caminar grandes distancias.
La diversión es abundante, a la mañana siguiente caminamos un par de horas hasta la comunidad de La Gloria, subimos y bajamos pendientes pronunciadas y disfrutamos de hermosas vistas.
Nos fuimos a dormir y a pesar de estar en pleno verano, en el Bajo nunca dejó de llover, serenaba por las noches, lo que ayudó a que nuestro sueño fuera más profundo.
En todo el recorrido vimos gran cantidad de aves, reinitas, tucanes, tangaras, colibrÃes, ruiseñores, entre otras. Nos contaron que en el poblado hay ñeques, conejo pintado, zarigüeya, armadillo y algunas veces han visto llegar un manigordo que se come las gallinas. Anselmo vio un mono cerca del rÃo. Mi tÃa Hilda a veces contaba que cuando ella trabajó en la escuela básica de Bajo Bonito, a veces tocaba comer mono, pues era lo único que se encontraba.
Supimos de un chorro cercano al pueblo, pero el señor Francisco prefirió acompañarnos pues el camino no estaba marcado. Con machete en mano fue abriendo sendero, cruzamos una quebrada, subimos un barranco adivinando pasos y trepados en un precipicio, vimos el chorro que nos transmitió miedo, no habÃa por donde bajar y a su caÃda de agua se formaba un remolino, que nos dio a pensar que se traga al que cae.
El tiempo era corto y se hacÃa tarde para nuestro regreso a la ciudad, caminamos de regreso y nos quedamos en una parte del rÃo de aguas mansas, a la que los pobladores llaman “La Pailaâ€.
Tengo una tÃa que es maestra y hace mucho tiempo le tocó trabajar en áreas de difÃcil acceso, Cacao era uno de los poblados más cercanos a la civilización pues se encontraba cercano a Capira, a unas 3 horas y media en caballo para salir a la carretera Interamericana. Ella trabajaba en Bajo Bonito, mucho más lejos que Cacao, en donde aún hoy es difÃcil llegar.
Ahora ir a Cacao toma un tiempo de aproximadamente una hora y quince minutos desde el distrito de Chorrera, da lo mismo en auto o en bus de ruta.
En Cacao, el rÃo del mismo nombre ondea las veredas del lugar, en donde te metas lo verás, cada casa tiene de patio el rÃo.
En este caso fui con mi prima Deylis, hija de mi tÃa que trabajó por estos lugares hace más de 24 años y nunca dejó de visitarlos por sus encantos.
En Cacao podemos encontrar una escuela, kioscos, un centro de salud, un terreno para las ferias que se hacen en enero, algunos toldos tÃpicos o «jardines», iglesias, etc.
Cabe destacar que este corregimiento fue regido por Victoriano Lorenzo en 1889, quien fuera lÃder indigenista, prócer y mártir de nuestra patria, ya que fue en Cacao donde residió por mucho tiempo con su familia.
Pasamos sobre el rÃo muchas veces pues asà el camino lo exigÃa, estábamos justo debajo de un cerro sin nombre, preguntamos a la gente que pasaba y nos decÃan que allá no habÃa nada, ¿NADA? Si esto es precioso…
El clima en el lugar es cálido con mucha brisa en el verano y fuertes corrientes de agua en los rÃos sobre el invierno. A pesar de que es un poblado que se encuentra luego de pasar algunas pendientes, no tiene una altura elevada.
Cada pueblo tiene su encanto y en el distrito de Capira aún podemos encontrar muchos lugares inexplorados y encantadores para pasarla bien en familia a la orilla de un refrescante rÃo en donde la brisa siempre acaricia nuestras almas.