
Antes de abordar nuestra lancha hacia Coiba, aprovechamos el tiempo para recorrer esta linda playa rodeada de islotes, ubicada en la provincia de Veraguas, dentro del distrito de Soná y en la comunidad Madre Vieja, muy cerca de otras playas resonantes, como Santa Catalina o el Arrimadero.

Esta playa forma parte de una ensenada en la franja de amortiguamiento del Parque Nacional Coiba y funciona al igual que Puerto Mutis, como salida de los viajantes que se dirigen al parque.
Al llegar el paisaje es fenomenal, una playa generalmente desierta pero con algunos establecimientos que ofrecen comida y hospedaje. A lo lejos los islotes decoran el mar y dan la bienvenida a quienes dan paseos a sus alrededores rodeados de una exuberante vegetación de bosques primarios y mangles.
A este atracadero normalmente llegan personas de todas las regiones de la costa sur Veragüense, de Bahía Honda, Gobernadora, Leones, y de otras islas.

Aquí hay desarrollo turístico rural. ANCON promueve un proyecto de incentivos a microempresas turísticas, el cual apoya la gestión de los moradores de estas comunidades para emprender sus propios negocios. De esta forma, pueden brindar servicios básicos a los visitantes y, a la vez, costear sus necesidades en este lugar bastante alejado de la ciudad.
Durante el verano, cuando el auge del turismo local y externo aumenta, además de la venta de comida por parte de las familias locales, los lancheros también logran obtener ingresos llevando turistas a playas e islas cercanas, lo que les permite sustentar a sus familias.
Es fácil llegar a Playa Banco. Si vienes desde la ciudad de Panamá, debes tomar un autobús Panamá–Santiago, luego abordar otro hasta Soná, y en la terminal de Soná hay buses que se dirigen a El Tigre de San Lorenzo, los cuales te dejan en la misma playa. El costo total del pasaje es de $3.50.

En caso de ir en auto, es aún más fácil. Solo debes prestar atención antes de llegar a Soná de Veraguas, en la entrada de la carretera que conduce a Playa Santa Catalina, y seguir en línea recta hasta encontrar la intersección que indica el camino hacia Playa Banco.
La carretera está en excelentes condiciones, como quien dice: “¡de paquete!”.
Durante el verano, especialmente en enero, se realizan festivales con múltiples actividades: campismo, aventura y observación de aves marinas.
Los días transcurren tranquilos, con ricas comidas del mar, la brisa fresca, aguas cristalinas y un sol intenso que lo envuelve todo. Te invitamos a conocer una de las pocas playas públicas que aún quedan en la costa sur de la provincia de Veraguas, antes de que nuestro gobierno permita que alguien las compre.