Bien, no es la más alta del país pero si es una de ellas, en caída libre. Para llegar manejas con waze hasta Soloy, ¡¡¡427km!!! o tomas un autobus en la terminal de Albrook, te vas hasta David y ahí tomas un bus que diga Soloy, PERO, te va a tomar mucho más tiempo.
La carretera desde la Interamericana hasta Soloy está en pedazos. Difícil para un auto sedán.
Una vez en Soloy, con cuidado. Deberás procurar sentirte familiarizado en un área rural e indígena, ya que estarás dentro de la comarca Ngabe Buglé, del lado de Besiko. Ahora bien, si fuiste en auto sedán, deberás buscar un sitio donde dejar el auto y preguntar donde está la ruta de Banco o Cerro Banco y ahí solicitar que te dejen en la entrada de la cascada, la cual, tiene 2 entradas. Si andas en 4×4, sigue la ruta de Cerro Banco y toma la entrada que prefieras.
Ahora, en ambos accesos, la entrada a la cascada tiene un costo de 5$, el primer acceso te lleva directo a la cascada en descenso vertiginoso pero más rápido y también tiene acceso a la cascada Romelio.
El segundo acceso es el que está luego de pasar la escuela de Banco y al entrar debes realizar un sendero arbolado, pasar un río y luego accedes a la cascada Kiki, en un post anterior expliqué por qué se llama KIKI.
Pudes contactar al restaurante «Mro»(6431-6089), donde también ofrecen tours, alimentación, parking.
Esta ocasión también fui a modo ritual en celebración de mis 35 años (¡oh sí!) y siempre, siempre va a ser una excelente idea acudir a este templo natural bajo cualquier excusa.
Kiki guarda una leyenda relacionada con una maestra que falleció ahí al ir a recoger una flor, por un sueño que había tenido, justo después de conocer su nombramiento como educadora fuera de la comarca. Yo, también soy educadora.
Como siempre y como buen guía de turismo, aunque vaya con amigos, uno desea que la gente entienda, que la gente aprenda, que amen el sitio igual que uno pero a veces no se puede. Cada quien con sus emociones e inspiraciones.
Esta vez y para quienes me leen y les interesa, me voy a concentrar en otra cosa: orografía e historia geológica.
Besiko, Comarca Ngabe Bugle:
En la Comarca Ngöbe – Buglé predominan las colinas y cerros bajos, con elevaciones que oscilan entre los 400 y 1.000 msnm, producto del levantamiento de cuencas sedimentarias por empujes verticales. En el lado Caribe de la Comarca se localizan tierras bajas inundables derivadas de acumulaciones sedimentarias de origen marino.
Cascada Kiki
En contraposición a esto, el eje montañoso que divide ambas vertientes de la Comarca está formado por montañas y macizos de origen volcánico, que en conjunto conforman tanto la cordillera chiricana como la cordillera central.
Sus montañas en su mayoría están compuestas de roca volcánica y plutónica afectada por fenómenos intrusivos y que cubren la mayor parte de la comarca Ngäbe-Buglé. Forman valles profundos en disposición norte-sur con fuertes pendientes horadadas por ríos de carácter torrencial, de gran poder erosivo y cortos por la poca distancia entre su nacimiento y su desembocadura.
Curiosamente, ésta área contiene varias enormes cascadas con más de 100 metros de altura desde su base. También conocimos la cascada Romelio, tomando un camino cercano a Kiki. Conserva este nombre por ser el de uno de los primeros moradores del área.
Romelio es igual o más alta que Kiki y su caída libre es vertiginosa, peligrosa. La mayoría de la gente no baja, solo llegan al mirador. El camino hacia allá es completamente bajo el sol y cruzando unas fincas con vacas. Los mismos 5$ con los que entras a Kiki, te permiten conocer Romelio.
A pocos kilómetros de la ciudad de Panamá encontramos una joya de la etnografía cultural panameña: las comunidades Emberá en el Río Chagres.
En esta ocasión fuimos a la más alejada de las comunidades del Río Chagres: Emberá Drúa. Lo escogimos por la belleza que posee Alto Chagres, para nosotros mientras más lejos, mejor.
La rutina inicia abordando una piragua o cayuco, cada quien con sus respectivos salvavidas, indispensable en este tipo de viajes. Para casi todos nuestros viajeros, sería su primera vez en este tipo de transporte acuático, tan común para la etnia Emberá ya que su vida se desenvuelve en torno a los ríos, utilizan la piragua, canoa que construyen con madera de espavé, cedro, cedro espino, y pino amarillo.
Los Emberá del Chagres llevan muchos años dedicándose al turismo sostenible y han logrado posicionarse como un atractivo único para el turista al momento de visitar Panamá.
Las piraguas son piloteadas por un motorista y un indígena que va en la parte delantera indicando por donde tomar, midiendo profundidad y agilizando la piragua cuando se toman partes del río poco profundas.
Inmediatamente se aborda la piragua, empieza una aventura repleta de la más pura felicidad. Ellos, los indígenas, apenas se llega al puerto los puede divisar con su particular vestimenta, algunos utilizan falda de chaquiras y los más tradicionalistas utilizan taparrabos.
Dentro de la piragua todos los viajeros tiene que opinar sobre la hazaña que es dirigir la misma. Cuerpos esbeltos, macizos y de tez ocre dan paso a una habilidad aprendida de sus ancestros.
Cascada Quebrada Bonita
Al cabo de un rato, llegamos a un borde del río, donde luego de pasar un bosque primario de galería, llegamos a una cascada escalonada que llaman «Quebrada Bonita», perfecto sitio para darse un baño en media selva.
De regreso en la piragua, divisamos la playa que se forma a orillas del Río Chagres, el mismo que fue llamado el río de los Lagartos por Cristobal Colón en el año 1502, por la cantidad de cocodrilos que encontró.
Cuando veo sitios como éste lo único que quiero es meterme, así sea me lleve el río, pero toca trabajar complaciendo a quienes conocen este maravilloso lugar por primera vez.
Una vez abordamos nuevamente la piragua, subimos rumbo a la comunidad de Emberá Drúa donde nos reciben con cantos, sonrisas y manos gustozas de nuestra presencia.
Cuando se creó el Parque Nacional Chagres en 1985, ya los indígenas de la etnia Emberá tenían 10 años establecidos en el Área de nombre «2:60» como se llamaba en los mapas del Canal de Panamá; luego de la creación del parque debieron acoplarse a un nuevo estilo de vida impuesto por las normativas del país, dentro de las que se limitaba el uso de tierra agrícola para subsistencia más no para comercio. Iniciaron así un giro 360 dedicándose exclusivamente a la artesanía.
Sin duda, ahora entendemos por qué gran parte de la comunidad está dedicada a la venta de delicadas y ricas artesanías donde el turista al llegar siempre desea haber llevado más efectivo.
¿Cómo cambiar la forma de vida de una cultura en la que esto es normal, para la supervivencia? El turismo fue su respuesta.
Iniciaron este proyecto en el año 1996, de la mano de autoridades locales y dejándose guiar para el éxito. Actualmente siguen funcionando de la misma manera como iniciaron «Tranchichi» o grupo arriero en español. Aquí las ganancias son para todos, desde el niño que toca el instrumento cuando llega el turista hasta las señoras que hacen el delicioso pescado con patacones.
Cuando preguntas a Mateo sobre la influencia del turismo en el lugar, te responde » Turismo ha sido una buena idea para nosotros. Tiene un impacto mínimo al ambiente, pero tiene la sostenibilidad a largo plazo. Más importante que todo, el turismo ha causado una nueva vivencia en nuestra cultura y artes tradicionales. Somos orgullosos de quienes somos. Y somos orgullosos para compartir quienes somos con ustedes, nuestros visitantes. Son ustedes, nuestros turistas, que nos apoyan a vivir sosteniblemente esta vida especial. «
Luego de una interesante charla, bailes y comida, nos dimos un baño en aquel hermoso río cristalino con tonalidades verde aqua. No faltó quien se vistiera de Emberá, las chicas se ataviaron con parumas y chaquiras, así como coronas de flores.. o como yo, que aproveché para hacerme mi tatuaje de jagua.
En ésta ocasión avistamos cormoran neotropical (Phalacrocorax brasilianus), Garza tricolor (Egretta tricolor), de regreso vimos un Osprey (Pandion haliaetus) volando alto sobre el río, un clásico Caracara de cabeza amarilla(Milvago chimachima), una Jacana común (Jacana jacana), y en innumerables veces vimos Martín pescador (Megaceryle torquata) y (Chloroceryle amazona); uno disfruta hasta el último segundo viendo los grandes árboles de aquel bosque primario cuya responsabilidad de preservar cae en nuestros hombros y nuestras cabezas.
Siempre, ampliamente Feliz al ver a nuestros clientes serlo. Somos personas muy sensoriales y sabemos que a todos les fascinó. Alto Chagres siempre deja un buen sabor de boca y unas ganas inmensas de regresar y vivir una experiencia aún más profunda, quizás, chamánica.
Si usted desea conocer este sitio nos puede contactar al whatsapp 6592-9153.