Todo empezó el sábado bien temprano, una chiva local capireña nos recogió en la Terminal de Albrook. Con todo arriba, nos encaminamos a lo que serÃa una experiencia única. Al entrar en la Sierra, nos tocó agarrarnos fuerte de los pasamanos de la “gallinera”. Algunos optaron por ir guindados por la parte externa del transporte, asàcomo lo hacen los locales.
Temprano, estuvimos en el primer poblado, conociendo de cerca el caserÃo. Antes del mediodÃa, ya estábamos en La Gloria, caminando hacia el chorro y entregando las donaciones. Almorzamos en la casa de Los Ovalle, donde nos hicieron un sancocho.
Siento un profundo respeto y admiración por quien fue Victoriano Lorenzo; a pesar de ser un personaje que se menciona de manera superficial en los textos escolares y solo hablan de cómo y dónde murió cuando realmente la historia es mucho más profunda. Un prócer, un mártir, un cabecilla representante de los pueblos humildes de Panamá.
Camping Cascada La Gloria de Capira
Salida: Sábado 2 de Abril a las 7am (Terminal de Albrook)
Regresamos el dÃÂa Domingo 3 de Abril en horas de la tarde (Metro de 5 de mayo)
Incluye:
Chiva local 4×4 ida y vuelta. Es el único transporte apto para las lomas del lugar.
GuÃÂa, BotiquÃÂn de primeros auxilios, Fogata.
Visita a cascada de Bajo Bonito
Hiking a la cascada La Gloria de Capira (media hora aproximadamente)
Camping en La Gloria en terreno privado.
Rico sancocho al final de la jornada.
Lo prometido es deuda y quedamos con Menchaca en dar a conocer su hermosa finca, ubicada al final de Chicá, bajando la calle que conduce hacia Bajo del RÃÂo, a mano derecha.
Con paisajes chameros y árboles frutales, nos recibe ParaÃÂso Escondido, un sitio para pasarla relajado,àacampando o acostado en una hamaca, disfrutando de un sancocho o un arroz con guandú.
Abajo nos esperan las cascadas El Guabitoày la del Buey, que constituye un cañón de decenas de cascadas y charcos.
En la noche, amarre bien su casa de camping, pues el viento sopla fuerte. Imprescindible siempre una buena fogata, con ramas secas y fáciles de conseguir en los alrededores de la finca.
No olvides el chocolate caliente o el vino; los malvaviscos o picadas, pues el espectáculo nocturno te espera. Miles de luces del lado PacÃÂfico se encienden y apagan en un baile singular.
Allá a lo lejos, Coronado, con su ahora selva de cemento y acá abajo El Nanzal de donde salen de los ranchos, el humo de los fogones.
Una vez más, gracias a todos los que participaron en esta actividad. No cabe duda de que la pasaron bien, nos consta y nos hace muy felices. Sabemos que se llevaron un pedacito de la Sierra Llorona en su corazón. La selva nos hizo familia en dos días en los que nos tuvimos que dar la mano unos a otros para salir adelante.
Por sexto año consecutivo, llevamos grupos al sitio. Esta vez, verificamos con anterioridad el trillo en octubre y en enero fuimos a abrir el trillo, cerrado, a machete limpio. Fue un trabajo duro pero gratificante ver la cara de nuestros compañeros de gira al llegar a tan majestuoso lugar que para nosotros es un templo natural.
Disfrutamos cada paso. Cinco horas de ida, cuatro horas de regreso. Ojalá este paraíso natural continúe protegido por tantas horas de camino.
Los que tenemos mascotas sabemos que no siempre es adecuado dejarlos en casa, mucho menos si no hay quien cuide de ellos, asà que queda una opción realmente divertida: ¡Acampando con tu perro!
Para muchas personas, las mascotas vienen siendo otro hijo más y dudamos mucho antes de dejarlos con alguien, es entonces cuando nos viene a la cabeza este gusanito que nos carcome y empezamos a armar todo para llevarnos al can, de trip.
Las recomendaciones para acampar con los perros deben empezar por conocer las limitaciones de su perro. Para los perros de edad avanzada, debemos mantenerlos vigilados para limitar actividades exhaustivas: seguir un olor, todo lo que se mueva u otro perro en el mismo camping. Cuando son cachorros, el cuidado debe ser aún mayor que para un perro adulto.
Al llevar a nuestros amigos de cuatro patas de campamento, tenemos que verlos como niños de siete años de edad. Si los dejamos fuera de nuestra vista y libres, pueden ver un ardilla, gato o algún otro animal y correr detrás del mismo, o ver a una persona en el agua y creer que es uno de la familia, y empezar a nadar para rescatarlo!
Pucha, mi perrita chihuahueña, ha viajado conmigo a muchos sitios, pero por ser tan pequeñita, no la puedo llevar a senderos largos, ni terrenos tan irregulares, ya que se agota y siempre termina queriendo que la carguen. Pero estoy segura de que muchos de ustedes, tienen perros grandes y aventureros, que poco a poco pueden ir acostumbrando a este estilo de vida, que de seguro será muy provechoso para ellos.
Tips para acampar con tu perro:
Si tu perro ha pasado varios meses sin los medicamentos para evitar pulgas y garrapatas, ahora es el momento de hacerlo. Cuando se va al campo o lejos de la ciudad, es muy probable que en la tierra haya parásitos que se les pueda pegar. Por eso, unos dÃas antes de salir, realiza este proceso para que vaya 100% seguro. Invierte en un collar antipulgas y garrapatas.
Siempre es bueno prevenir antes que lamentar. Nunca olvides los medicamentos de tus perros. Guarda en tus maletas los básicos que podrÃa necesitar tu pequeño amigo.
Nunca deje a su perro en su vehÃÂculo solo. Incluso si usted está haciendo compras en el supermercado, asegúrese de que alguien se queda afuera con su perro y que el perro está bien atado a su correa y fuera en el aire fresco.
Cosas que debes averiguar antes de emprender el viaje:
Averigüe si el lugar está habilitado para mascotas. Esto es especialmente importante para los sitios de camping, ubicados dentro de los parques nacionales. La mayorÃÂa de los parques nacionales en Panamá prohÃben acampar o senderear con mascotas.
¿A quien no lo ha picado un insecto cuando va “al monte”? En este artÃculo tocaremos el tema desde los simples mosquitos, hasta la temida leishmaniasis.
La saliva del mosquito evita la coagulación y precisamente por esto absorbe la sangre, ya que serÃa imposible para el mosquito absorber la sangre si se formaran coágulos.
Cuando los vasos sanguÃneos van perdiendo sangre y el mecanismo de coagulación no funciona, nuestro sistema inmune nota que algo no está andando bien, por lo que produce una sustancia llamada histamina, destinada a combatir la sustancia extraña que aloja nuestro cuerpo (la saliva del mosquito).
Lugares donde más mosquitos nos han picado: Cualquier playa cercana a manglar; ejemplo: Punta Chame en la tarde, con o sin repelente, el manglar se pone intenso.
Tábanos
A diferencia de otras picaduras de mosquito, que tardan entre 2 y 3 dÃas en sanar, una picadura de tábano puede tardar mucho tiempo en sanar. En vez de perforar la piel, un tábano muerde y corta la piel, lamiendo la sangre. Esto puede ser más doloroso que una picadura de abeja y es probable que se infecte. La puedo describir como una muy delgada aguja que penetra profundo en la piel y da dolor de inmediato, además de la roncha espantosa, casi moretón que puede durar una semana.
Estos insectos alcanzan los 30 kilómetros por hora en vuelo recto, razón por la cual casi nunca los vemos en el acto. La mayorÃa de tábanos son diurnos, las hembras más que los machos. Tienen hembras hematófagas, esto es, que se alimentan de la sangre que extraen de vertebrados endotermos (mal llamados «de sangre caliente», los mamÃferos y las aves).
Los tábanos atacan hasta traspasando la ropa. La picadura es dolorosa, y deja enrojecida la zona afectada causando ocasionalmente inflamación, enrojecimiento y picor, que pueden requerir su tratamiento con antibióticos. Su aparato bucal es lo suficientemente fuerte y largo como para atravesar la piel de caprinos, burros o caballos. Si puede traspasar esa piel, imagina a la de un ser humano.
Prosperan y son abundantes en hábitats húmedos, regular o estacionalmente inundados de agua dulce o salobre, porque necesitan suelos empapados para su desarrollo (como huevos, larvas y pupas) y como adultos necesitan animales preferentemente grandes.
Al picar, el insecto inyecta anticoagulantes para que la sangre siga fluyendo. Al salir la sangre, usa sus piezas bucales para chupar la sangre acumulada en el sitio de la herida. La picadura deja una pápula enrojecida que puede permanecer asintomática por varias horas, antes del comienzo de la picazón.
Por lo general se mueven con el uso de dos alas cortas, pero vuelan sólo unas pocas centenas de metros (como lo harÃa un volador saltante) y solo pican en áreas descubiertas y sin ropa. Su hábitat son las zonas forestales, aunque pueden adaptarse a ambientes modificados, incluyendo áreas peridomiciliares humanas. Este flebótomo es de hábitos alimentarios nocturnos, y su principal actividad se observa en la primera mitad de la noche. Sólo las hembras se alimentan de sangre.
¿Donde? En todo Panamá. Me han picado muchas chitras pero por suerte no Leishmaniasis.
Tuve la oportunidad de laborar como docente en un área con alta incidencia, donde la mayorÃa de mis estudiantes habÃan pasado por episodios de Leishmaniasis y se curaban con parches naturistas ya que se les hacÃa muy difÃcil poder atenderse en los centros de salud, donde les colocan una inyección diaria.
En dos años viviendo en Bajo Bonito de Capira, nunca me picó esta chitra, quizás por el constante uso de camisas manga larga y mosquitero para dormir.
Garrapatas
Generalmente en Panamá encontramos las de la familia Ixodidae, comúnmente llamadas garrapatas duras debido a que poseen una coraza dorsal, a diferencia del taxón Argasidae que carecen del mismo.
Las garrapatas son pequeñas criaturas similares a insectos que se le pueden adherir a medida que usted va pasando por entre arbustos, plantas y pasto. Una vez se le pegan, las garrapatas se desplazan hasta lugares calientes y húmedos, como las axilas, la ingle y el cabello. En ese punto y de manera tópica, se adhieren firmemente a la piel y comienzan a chupar sangre. Las garrapatas pueden transmitir bacterias que causan enfermedades.
Son bastante grandes (aproximadamente del tamaño del borrador de un lápiz) o tan pequeñas que es casi imposible verlas. Hay aproximadamente 850 tipos diferentes de garrapatas. Pueden causar una variedad de problemas de salud que van desde casos inofensivos hasta problemas serios. Generalmente viven en áreas boscosas o campos cubiertos de pastizales.
Recomiendo que ante cualquier picor, sobre todo en estas partes del cuerpo, se debe revisar. No dude en si está viendo un lunar nuevo, puede ser una garrapata. Nos ha pasado que hemos ido a sitios como Parque Nacional Portobelo en donde hemos sido atacados por garrapatas diminutas en grandes cantidades, una vez tuve casi 50 garrapatas contadas en mi cuerpo.
Si llevas mucho rato sin darte cuenta de que tienes una garrapata, puedes sufrir dolores articulares o musculares, rigidez en el cuello, dolor de cabeza, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos y otros sÃntomas similares a la gripe, en las semanas siguientes a la picadura de este insecto. Asimismo, está atento a una mancha roja o brote que se inicie en el lugar de la picadura.
Si una garrapata te pica, sigue estos pasos para eliminarlo:
Agarre la garrapata cerca de la cabeza o la boca con pinzas. No utilice sus dedos desnudos. Si es necesario, use una toalla de papel o tejido.
Tire de la garrapata hacia afuera con un movimiento lento y constante. Evite apretar o aplastar la garrapata. Tenga cuidado de no dejar la cabeza incrustada en la piel.
Luego de que los gusanos maduran, salen del cuero (piel), caen al suelo y pasan al estado de pupa (64-67 dÃas) y de aquàde vuelta al adulto, o sea a la mosca, con una duración de vida de 7-8 dÃas. Este proceso de transmisión dificulta su control.
Las miasis, es la infestación de tejidos ya sea en humanos o en animales causados por larvas de moscas (Molano, Ying). Las mismas pueden ser de la piel (cutáneas) o en los intestinos, oÃÂdos, ojos, fosas y senos paranasales o en la cabeza.
El tórsalo Dermatobia hominis, es una plaga común en nuestra ganaderÃa, especialmente en áreas montañosas; de no controlarla puede afectar el desarrollo de los animales, mermando su productividad y afectando su piel, muy utilizada en la industria del cuero; puede además afectar a los humanos.
Esta es otra razón por la cual debemos utilizar camisa manga larga en parajes selváticos o montañosos.
Hormiga Bala
En Julio 2017 me picó una Paraponera clavata en la selva de Colón, a 6 horas a pie de la carretera. Ya era el dÃa de regreso y venÃa subiendo del rÃo cuando sentàque algo me mordÃa. El dolor me recorrió de inmediato la pierna, y de ahàse esparció por toda la parte trasera, iba y venÃa.
Algunas tribus nativas, usan a las hormigas en las ceremonias de iniciación. Los hombres adolescentes de la tribu de Satera Mawe, de la Cuenca Amazónica de Brasil, deben introducir sus manos en unos guantes tejidos con forma de cesta, llenos con cientos de estas hormigas gigantes, como parte del ritual de transición. Los jóvenes son picados constantemente y tienen que danzar y cantar para tranquilizar y disimular el agudo dolor. Cuando desaparece el entumecimiento del dolor, los adolescentes están listos para formar parte de la clase guerrera, aun cuando la experiencia resulta inolvidable.
Recomendación: utilizar pantalones largos pero meter la basta del pantalón por dentro de las botas o polainas de manera que los bichos no tengan por donde subir y no te pase como a mi.
A pocos metros de la carretera, vía Colón, a unos 18 kilómetros de la ciudad de Panamá, se encuentra la Finca Agroforestal Las Conchas, un destino verde y cultural.
Su nombre proviene de la gran cantidad de conchas fosilizadas que se encuentran en la zona, evidencia de que el istmo de Panamá emergió del mar hace millones de años.
Hace 21 años (al 2020), los agricultores que trabajaban estas tierras de forma informal en la comunidad de Chilibrillo, corregimiento de Chilibre, decidieron organizarse con el objetivo de mejorar su producción y obtener mayores ingresos económicos a través del manejo sostenible de los recursos.
Es un paisaje hermoso, con un paseo extraordinario que además nos permitió conocer la Quebrada Las Conchas, un vivero de plantas medicinales, bohíos para reuniones y actividades, rica comida al estilo del campo, y la biodiversidad del Parque Nacional Chagres, la cual se aprecia en el sendero El Mochilero. Este sendero atraviesa el parque y llega hasta el Lago Alajuela, donde pudimos darnos un delicioso baño en sus tranquilas aguas.
La finca cuenta con 45.5 hectáreas de terreno. De forma colectiva, los 26 miembros de la finca trabajan unas tres hectáreas. Adicionalmente, cada uno dispone de una o dos hectáreas individuales en las que cultivan productos como maíz, ñame, yuca, plátano y guandú. También tienen tres hectáreas sembradas de bambú.
Actualmente, colaboran con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en la producción de semillas de maíz y frijol chiricano. Además, reciben el apoyo de la Fundación Parque Nacional Chagres, quienes fueron los encargados de invitarnos a conocer este sitio de gran interés.
Puente sobre Quebrada Las Conchas
Fósiles de cuando emergió el istmo de Panamá.
Llegando al Lago Alajuela al salir del sendero el Mochilero.
En cuanto al bambú, cuentan con 1,200 plantones, parte de un proyecto de desarrollo sostenible de doble propósito, que contempla la producción futura de artículos o artesanías con potencial económico.
Según los miembros de la finca, los plantones se venden a $2.50 cada uno, y ya han recibido visitas de personas y empresas interesadas en adquirirlos.
En los bosques de bambú guadua, el proceso de sucesión puede considerarse progresivo cuando el manejo del guadual permite mantener el equilibrio biológico. Por el contrario, si ocurre una alteración —ya sea natural o provocada por intervención humana—, puede iniciarse una sucesión regresiva que amenace con la desaparición total del guadual.
Para evitar ese deterioro, es fundamental conocer y diferenciar todos los elementos que conforman el guadual. Este conocimiento permite un aprovechamiento técnico y sostenible, entendiendo la dinámica del bambú dentro de su proceso productivo. Es, en esencia, una combinación entre el uso responsable de los recursos naturales y su preservación a largo plazo.
La visita
Fuimos con toda la disposición, ya fuese para disfrutar o para ayudar en lo que fuera necesario. Llegamos justo con la lluvia, y de inmediato, el señor Reginaldo nos guió para conocer la zona base antes de adentrarnos en el famoso Sendero El Mochilero.
Caminamos alrededor de dos horas a través de un bosque espeso y profundamente verde, donde nos encontramos con árboles enormes, entre ellos cuipos, barrigón y membrillo. Rodeados por estos colosos del bosque, el momento fue mágico. Confirmamos nuestra pequeñez ante la grandeza de la Madre Naturaleza.
La lluvia nos empapó el rostro mientras el bosque semicaducifolio nos envolvía. Cada 50 metros, otro gigante vegetal nos recibía con su sombra. Fue una experiencia inolvidable, donde la belleza del paisaje y la energía del lugar nos dejaron completamente maravillados.
Llegando al Lago Alajuela luego de una caminata de aproximadamente hora y media.
Luego de aproximadamente dos horas de caminata, llegamos al Lago Alajuela. Después de una amena conversación con el señor Reginaldo y los chicos de la Fundación Chagres, nos dieron el visto bueno para bañarnos en las orillas del lago. Los más valientes decidieron nadar hasta llegar al otro lado, ¡y lo lograron!
Durante el recorrido vimos animales como los reptiles anolis y perro sompopo (Corytophanes cristatus); aves como el motmot y el trogón, así como una gran cantidad de tángaras y reinitas vivientes en ese camino tan verde y casi fosforescente.
Al regresar nos esperaba un delicioso almuerzo compuesto por sancocho y arroz blanco, y luego pudimos refrescarnos en el baño ecológico, uno de los atractivos de la Finca Agroforestal Las Conchas.
¿Cómo llegar?
Por la vía Chilibre–Madden, antes de llegar a la represa, a mano derecha se encuentra la finca. Hay un letrero que indica la entrada.
Teníamos pensado ver el anochecer desde el Cerro Tute, pero en Santa Fe hay tantas cosas por hacer que se nos hizo de noche sin darnos cuenta. Así que al día siguiente, nos encaminamos hacia el Tute con la orientación de los taxistas, quienes —para su beneficio— nos recomendaron no subirlo a pie desde la carretera asfaltada, ya que tomaría hasta cuatro horas. En su lugar, nos ofrecieron llevarnos hasta la base del cerro.
En el año 1502, el español Cristóbal Colón llegó a las costas del norte de Veraguas, donde fundó el primer poblado en tierra firme del continente americano, al que llamó Santa María de Belén.
Más tarde, en 1557, se presume que Santa Fe fue fundada por el capitán Francisco Vásquez. Los primeros pobladores de la región eran indígenas autóctonos; sin embargo, con la llegada de los españoles y posteriormente de los colombianos, se produjo un proceso de mestizaje. Durante ese periodo, se libraron fuertes batallas antes de la llegada de la época republicana.
Se considera como tierra de grandes batallas importantes para el país. Es aquí donde los rebeldes caciques Quibian y Urracá libraron en sus montañas diversos combates contra los invasores españoles. Estas batallas alimentaron a la Guerra de los Mil Días; hecho que se dio en 1903, en la que el Cholo Victoriano Lorenzo ganó la batalla.
El Cerro Tute, como película de ficción engañándonos en la neblina de la tarde, simulaba ser un volcán humeante desde el Río Santa María.
Este cerro es muy conocido por los enfrentamientos que allí ocurrieron, los cuales culminaron con varias muertes. Hoy en día, esas personas son consideradas mártires.
Para llegar al Cerro Tute, debe prestarse atención a la señalización unos kilómetros antes de llegar a Santa Fe, cerca del hotel que lleva el mismo nombre.
Allá, en el año de 1959, y a la usanza del ejemplo cubano se formó el Movimiento de Acción Revolucionaria (MAR) como reacción al dominio norteamericano. A imitación de los rebeldes de la Sierra Maestra, los miembros de MAR se trasladaron a Cerro Tute, donde pensaban establecer su Cuartel Central. Los cubanos, un grupo de guerrilleros de la capital y campesinos se alzaron contra la autoridad con el fin de derrocar al gobierno.
Tomaron sus armas y se internaron en el Cerro Tute, su Sierra Maestra panameña, inspirados por el deber impostergable de luchar por un cambio revolucionario que permitiera instaurar un gobierno legítimo, capaz de impulsar los cambios sociales que exigía el pueblo, extirpar todo vestigio del poder corrupto de las clases dominantes y la sumisión al imperialismo norteamericano. La generación del Cerro Tute es un ejemplo de coraje y dignidad. Como legítimos herederos de nuestros héroes Urracá, París, Felipillo, Bayano, Rufina Alfaro y Victoriano Lorenzo, prefirieron la muerte antes que aceptar las prebendas de los grupos de poder económico y político que sometían al pueblo trabajador.
El 3 de abril de 1959, un grupo de 20 estudiantes llegó armado al cerro, con la intención de luchar por la “liberación de la República”. Este movimiento es considerado el primero de su tipo en Panamá.
Los jóvenes simpatizaban con la Revolución Cubana de Fidel Castro y deseaban alzar su voz contra la injerencia estadounidense en el país, así como contra las injusticias del gobierno de turno. En su momento, Floyd Britton declaró que lo hicieron “cumpliendo con la patria y desafiando el poder de la oligarquía criolla y del imperialismo norteamericano”.
El grupo estaba conformado por: Óscar Navarro, César Jaramillo, Jaime Padilla Béliz, Eduardo Santos Blanco, Samuel Gutiérrez, Campos Labrador, Márquez Briceño, Luis Chandeck, Rodolfo Murgas, Rodrigo y Polidoro Pinzón, Rubén Urieta, Aurelio Ali Bonilla, César Manfredo y Eliseo Álvarez.
Un año antes de los hechos en las montañas de Santa Fe, este grupo se lanzó a las calles en protesta, siendo brutalmente reprimido por la Guardia Nacional mientras exigían mejores condiciones de estudio, bajo la consigna: “¡Más escuelas y menos cuarteles!”. También se manifestaban por otras reivindicaciones populares. La represión dejó cientos de detenidos y varios muertos, entre ellos el estudiante artesano José Manuel Araúz.
La Revolución del Tute duró apenas unos días y dejó un saldo de cuatro estudiantes muertos: Eduardo Santos Blanco, Rodrigo Pinzón, José Girón y Domingo García.
Los registros indican que los rebeldes llegaron al cerro el 3 de abril, tras obtener armamento y municiones. La Guardia Nacional llegó el 5 de abril. Al día siguiente, el 6, se dio el primer enfrentamiento, en el que hubo dos bajas. El choque provocó que el grupo se dispersara. Tres días después, el 9 de abril, ocurrió el segundo intercambio de disparos. Para ese entonces, el hambre, las malas condiciones y el desgaste físico habían afectado el ánimo de los combatientes. Posteriormente, la Guardia logró capturar a los estudiantes, que se encontraban diseminados en distintos puntos.
Una publicación de La Prensa en 2010 recoge las palabras del combatiente Isaías Chang, quien expresó que el fracaso del movimiento se debió al apresuramiento y la inexperiencia.
El profesor de Historia José Álvaro, en un artículo de opinión publicado por La Estrella de Panamá en 2012, escribió: “El levantamiento insurreccional de Cerro Tute constituyó una prueba para la juventud panameña, que demostró no temerle a la pérdida de la vida, si esta significaba transformar el estado caótico del país”.
Aunque cada año se conmemora la fecha con eventos en las tumbas de los caídos, el sociólogo veragüense Víctor Jordán declaró a La Prensa en 2010 que “se ha hecho muy poco por recordar esta gesta”, destacando que el grupo de jóvenes desempeñó un papel importante en la historia nacional en su búsqueda por la reivindicación de los derechos y libertades ciudadanas.
Se dice que la Guardia Nacional envió al capitán Omar Torrijos para dispersar a los revolucionarios. Solo tres militares resultaron heridos, entre ellos el propio Torrijos, quien en plena retirada fue alcanzado por una bala en los glúteos. Aquella humillación lo persiguió por el resto de su vida.
Por nuestra parte, nos encaminamos hacia el Tute con el señor Américo. Observamos cómo el taxi 4×4 subía por la cordillera hasta dejarnos a una distancia considerable del cerro. Desde allí, divisamos la cima y pensamos que sería fácil, ya que la calle de tierra llega prácticamente hasta lo más alto.
Caminamos a través de ella, confiados y tranquilos, con la vista fija en las enormes e inconfundibles rocas que se veían a lo lejos. Ese cerro que tantas veces había visto en fotos y al que le tenía un amor platónico. La brisa es un factor importante en este lugar; es tan fuerte que, a pesar de mis kilos, en varias ocasiones casi me lleva con ella. Me aferraba al suelo rocoso con miedo de que me levantara. En un momento, muchas piedras pequeñas se elevaron con el viento y me golpearon en los ojos. A pesar de llevar anteojos, no fue impedimento para ellas.
A mitad del corto camino, nos detuvimos a contemplar el paisaje que quedaba atrás. Desde tan alto, se puede ver toda la parte sur y este de Santa Fe. Los cerros van quedando a lo lejos, las calles se pierden, y se distingue cualquier movimiento en las montañas de abajo. Entendimos muy bien por qué la historia cuenta que aquellos “guerrilleros” se aferraron al Tute.
Cima del Tute.
Allá arriba, la vegetación es escasa. La deforestación causada por la colonización es la principal culpable. Este ya no es un cerro en el que se disfrute de la flora o la fauna; apenas algunos insectos juegan entre la hierba. Lamentablemente, es un cerro “pelao”. El sol nos golpeaba la cabeza con fuerza y daba la impresión de que esas rocas, allá arriba, eran un altar de piedras mágicas. Recordé la canción de Caifanes donde dice: “cada piedra es un altar”.
Me recosté en el suelo, entre la hierba que pica. De pronto, las nubes nos bañaron con rocío, el viento se hizo más fuerte y me aferré a la hierba. Las nubes, densas y frías, iban y venían en una danza espectral. Nos dejaron un manto de rocío imperceptible sobre el cuerpo. Nos tomó una hora llegar a la cima. Supimos que, cuando la carretera no estaba recortada, el ascenso podía tardar hasta ocho horas.
Rey se apresuró hacia la cima, repleta de rocas y precipicios, acompañada por la brisa que nunca cesó. Allí, si sufres de vértigo, no puedes avanzar. Es necesario atravesar un trillo espinoso. Allí termina el cerro: es el mismo filo de la montaña, cuya cima alcanza los 1,453 msnm.
Los guías locales han establecido senderos que conducen al visitante por el cerro Tute. Este fue declarado Sitio Histórico Turístico por el Consejo Municipal de Santa Fe en 1993.
Una guía de turismo ecológico en Panamá, dedicada a descubrir ríos, montañas, senderos y aventuras en la naturaleza. Ideal para los amantes del aire libre y la exploración rural.